En el marco de un bloqueo de más de seis horas a la sede de la Cámara alta por parte de diversas organizaciones opositoras a la reforma laboral, el pleno senatorial aprobó ayer un acuerdo para sesionar en recintos alternativos.
Los senadores podrán sesionar tanto la vieja sede de Xicoténcatl como en cualquier salón del nuevo recinto o en cualquier otro local del Distrito Federal, para tratar de esquivar el caos que ayer se vivió con las movilizaciones, que obligaron a los legisladores a buscar formas alternativas de ingresar a su lugar de trabajo.
En medio del caos, el PRI como grupo mayoritario, dejó claro que les urge aprobar, sin cambios, la minuta avalada por la Cámara de Diputados para enviarla lo antes posible al Ejecutivo.
"El sector obrero del PRI estamos totalmente convencidos de que tenemos que ir de acuerdo a los tiempos, de tal manera que habiendo observado el debate en la Cámara de Diputados de esta iniciativa, tenemos ya más o menos un criterio de cómo podemos aprobarla y que lo más pronto posible, la podamos mandar al Ejecutivo para su publicación", dijo el senador priista Armando Neira, secretario de Finanzas de la CTM, durante la instalación de la Comisión del Trabajo, una de las que dictaminarán la reforma.
Por la mañana, el recinto de convirtió en un búnker resguardado por decenas de policías, y sus accesos fueron bloqueados por los manifestantes, por lo que los senadores tuvieron que entrar por estacionamientos, hoteles y restaurantes que tienen salida a las calles contiguas. Otros más tuvieron que entrar juntos en camionetas.
A las 11:55, el presidente del Senado, Ernesto Cordero, abrió la sesión ordinaria con la presencia de 83 legisladores, luego de advertir que las manifestaciones y bloqueos no suspenderían las labores legislativas.
En el inicio de la sesión no estuvieron los senadores del PRD, pues ante los bloqueos, se reunieron en la Torre del Caballito y juntos caminaron hasta la entrada principal, donde ya los esperaban los líderes de la UNT, la CROM, el SME y el STUNAM para realizar un breve mitin, en donde los perredistas se comprometieron a votar contra la reforma laboral.
"Rechazamos la propuesta de reforma laboral, que quede claro: rechazamos y nos oponemos a esa reforma... es regresiva, es una reforma que violenta los derechos de los trabajadores.
"Esta reforma no puede admitirse porque violenta los derechos que fueron construidos a través de decenas de años", señaló el coordinador de la bancada, Miguel Barbosa, desde lo alto del templete que instalaron los manifestantes.
Los perredistas fueron los que tendieron el puente entre los senadores y los manifestantes, quienes después del mediodía fueron recibidos por un grupo plural de legisladores, a quienes pidieron posponer la aprobación de la minuta para realizar un análisis a fondo.
Agustín Rodríguez, dirigente del STUNAM, aseguró que los cambios en el marco legal no benefician a los trabajadores, sino a los patrones y sus aliados en el Gobierno federal.
Francisco Hernández Juárez, líder de la UNT, denunció que la reforma es producto de un acuerdo entre el Presidente Felipe Calderón y su sucesor, el priista Enrique Peña Nieto.
"Calderón quiere comprar impunidad y Peña Nieto no quiere cargar con el costo político de la reforma", aseveró.
En respuesta a la petición de los líderes sindicales, el senador priista Isaías González, dirigente de la CROC, ,advirtió que la reforma no puede esperar más.
"Queramos o no, ahí está la ley y tenemos 30 días", sentenció.
Durante la sesión, la minuta fue turnada a las Comisiones de Estudios Legislativos Primera, y del Trabajo y Previsión Social, encargadas de dictaminarla.
MINUTA A DISCUSIÓN
Por la tarde, la comisión que preside el priista Ernesto Gándara, en la cual el PRI y PVEM tienen mayoría, se instaló y se declaró en sesión permanente para poder procesar, en 30 días, la minuta que proviene de la iniciativa preferente enviada por el Presidente Calderón.
Durante la instalación, Alejandra Barrales, senadora del PRD, propuso instalar una mesa de trabajo para escuchar a todos los actores involucrados en la reforma, con el fin de garantizar que los legisladores federales no volverán a padecer bloqueos en su trabajo.
"(Debemos) confirmarle a todas la organizaciones sindicales el interés permanente por tener una enlace y diálogo que nos permita que no esté sitiado prácticamente el Senado, que nos permitan continuar con nuestros trabajos.
"Nos parece muy importante que esto no sea como consecuencia de un reclamo a ser escuchados", señaló Barrales, integrante de la comisión.
El presidente del grupo legislativo señaló que se realizará un calendario de reuniones para escuchar a los interesados.
Gándara dejó claro que su partido no está dispuesto a revivir el tema de la trasparencia y la democracia sindical que se enterró en San Lázaro.
"La fracción parlamentaria cree que esto hay que revisarlo a través de una reforma constitucional al artículo 123, pero esta iniciativa preferente no abarca este artículo", dijo.
Los senadores podrán sesionar tanto la vieja sede de Xicoténcatl como en cualquier salón del nuevo recinto o en cualquier otro local del Distrito Federal, para tratar de esquivar el caos que ayer se vivió con las movilizaciones, que obligaron a los legisladores a buscar formas alternativas de ingresar a su lugar de trabajo.
En medio del caos, el PRI como grupo mayoritario, dejó claro que les urge aprobar, sin cambios, la minuta avalada por la Cámara de Diputados para enviarla lo antes posible al Ejecutivo.
"El sector obrero del PRI estamos totalmente convencidos de que tenemos que ir de acuerdo a los tiempos, de tal manera que habiendo observado el debate en la Cámara de Diputados de esta iniciativa, tenemos ya más o menos un criterio de cómo podemos aprobarla y que lo más pronto posible, la podamos mandar al Ejecutivo para su publicación", dijo el senador priista Armando Neira, secretario de Finanzas de la CTM, durante la instalación de la Comisión del Trabajo, una de las que dictaminarán la reforma.
Por la mañana, el recinto de convirtió en un búnker resguardado por decenas de policías, y sus accesos fueron bloqueados por los manifestantes, por lo que los senadores tuvieron que entrar por estacionamientos, hoteles y restaurantes que tienen salida a las calles contiguas. Otros más tuvieron que entrar juntos en camionetas.
A las 11:55, el presidente del Senado, Ernesto Cordero, abrió la sesión ordinaria con la presencia de 83 legisladores, luego de advertir que las manifestaciones y bloqueos no suspenderían las labores legislativas.
En el inicio de la sesión no estuvieron los senadores del PRD, pues ante los bloqueos, se reunieron en la Torre del Caballito y juntos caminaron hasta la entrada principal, donde ya los esperaban los líderes de la UNT, la CROM, el SME y el STUNAM para realizar un breve mitin, en donde los perredistas se comprometieron a votar contra la reforma laboral.
"Rechazamos la propuesta de reforma laboral, que quede claro: rechazamos y nos oponemos a esa reforma... es regresiva, es una reforma que violenta los derechos de los trabajadores.
"Esta reforma no puede admitirse porque violenta los derechos que fueron construidos a través de decenas de años", señaló el coordinador de la bancada, Miguel Barbosa, desde lo alto del templete que instalaron los manifestantes.
Los perredistas fueron los que tendieron el puente entre los senadores y los manifestantes, quienes después del mediodía fueron recibidos por un grupo plural de legisladores, a quienes pidieron posponer la aprobación de la minuta para realizar un análisis a fondo.
Agustín Rodríguez, dirigente del STUNAM, aseguró que los cambios en el marco legal no benefician a los trabajadores, sino a los patrones y sus aliados en el Gobierno federal.
Francisco Hernández Juárez, líder de la UNT, denunció que la reforma es producto de un acuerdo entre el Presidente Felipe Calderón y su sucesor, el priista Enrique Peña Nieto.
"Calderón quiere comprar impunidad y Peña Nieto no quiere cargar con el costo político de la reforma", aseveró.
En respuesta a la petición de los líderes sindicales, el senador priista Isaías González, dirigente de la CROC, ,advirtió que la reforma no puede esperar más.
"Queramos o no, ahí está la ley y tenemos 30 días", sentenció.
Durante la sesión, la minuta fue turnada a las Comisiones de Estudios Legislativos Primera, y del Trabajo y Previsión Social, encargadas de dictaminarla.
MINUTA A DISCUSIÓN
Por la tarde, la comisión que preside el priista Ernesto Gándara, en la cual el PRI y PVEM tienen mayoría, se instaló y se declaró en sesión permanente para poder procesar, en 30 días, la minuta que proviene de la iniciativa preferente enviada por el Presidente Calderón.
Durante la instalación, Alejandra Barrales, senadora del PRD, propuso instalar una mesa de trabajo para escuchar a todos los actores involucrados en la reforma, con el fin de garantizar que los legisladores federales no volverán a padecer bloqueos en su trabajo.
"(Debemos) confirmarle a todas la organizaciones sindicales el interés permanente por tener una enlace y diálogo que nos permita que no esté sitiado prácticamente el Senado, que nos permitan continuar con nuestros trabajos.
"Nos parece muy importante que esto no sea como consecuencia de un reclamo a ser escuchados", señaló Barrales, integrante de la comisión.
El presidente del grupo legislativo señaló que se realizará un calendario de reuniones para escuchar a los interesados.
Gándara dejó claro que su partido no está dispuesto a revivir el tema de la trasparencia y la democracia sindical que se enterró en San Lázaro.
"La fracción parlamentaria cree que esto hay que revisarlo a través de una reforma constitucional al artículo 123, pero esta iniciativa preferente no abarca este artículo", dijo.
A debate
Senadores de la Comisión de Trabajo, que analizará la minuta enviada por la Cámara baja:
Presidente
··Ernesto Gándara (PRI)
Secretarios
··Javier Lozano (PAN)
··Alejandra Barrales (PRD)
Integrantes
··Isaías González (PRI)
··Humberto Mayans (PRI)
··Armando Neyra Chávez (PRI)
··César Octavio Pedroza (PAN)
Mariel Ibarra y Claudia Guerrero, Reforma, 3 de octubre.
Imprimir
No hay comentarios:
Publicar un comentario