Y si la Comuna parisiense ejerció el poder soberano y popular durante tres meses, los purépechas llevan ya más de tres meses ejerciendo el mismo poder. Al igual que la de París, la Comuna de Cherán es producto de extremas y complejas circunstancias que le han impreso un carácter muy especial.
Aquí confluyen distintos sectores sociales como los campesinos forestales, comerciantes, y artesanos, pero hay tres factores que le dan unidad y fuerza: su origen rural, su autodefensa contra los enemigos externos, y su lucha antielectoral.
2). La autodefensa y expulsión de la delincuencia organizada. Su modo de vida y lazos comunitarios, que es decir lo mismo que sus bosques y sus tierras, su espacio común que implica también su aire y sus aguas y sus recursos naturales, se vio en peligro desde el mismo momento en que la delincuencia organizada arribó al pueblo para apropiarse de la fuente de sus ingresos: el bosque. Casi la mitad de sus montes han sido depredados, devastados e incendiados por los hampones que se instalaron (mediante el terror también organizado hacia la población civil) en esta joya de la meseta Purépecha.
3). Lucha antielectoral y organización política. A pesar de que existen los tradicionales actores de la política marrullera de los partidos registrados, la absoluta mayoría de los cheranitas decidió no permitir las elecciones de noviembre por la gubernatura michoacana. Conocen bien las conductas de sus adversarios y con base en eso plantean la instauración de un municipio autónomo donde los partidos no deshonren la vida comunitaria ni las normas y costumbres indígenas. Rompiendo así ese orden burgués que los había llevado a una situación insostenible.
Al igual que la Comuna de París, donde ésta disolvió al ejército, en Cherán diluyeron a la policía municipal y han constituido una policía popular (como en algunas regiones de Guerrero), llamada Ronda Comunitaria, surgida desde la entraña misma de las relaciones indígena-comunitarias, un cuerpo de élite seleccionado de jóvenes intachables que cumplen la función de resguardar el orden y conferirles seguridad a los comuneros en lucha y en funciones de autodefensa de los ataques, extorsiones, secuestros y asesinatos por parte de la delincuencia organizada. Por supuesto, "en este pueblo no hay ladrones" de ninguna especie, no hay un solo robo, abuso o injusticia. A diferencia de los merolicos de los medios locales michoacanos y algunos noticieros televisivos nacionales que afirman que la población vive encarcelada en su propio pueblo, los comuneros viven en una especie de oasis social con la tranquilidad y armonía que ya quisieran en otros lugares asediados por la criminalidad y la delincuencia. Al igual que la Comuna de París, la de Cherán ha resquebrajado el aparato burocrático gubernamental y se ha organizado de acuerdo a su cultura y tradiciones ejerciendo las labores sociales de los funcionarios gubernamentales mediante comuneros voluntarios sin sueldo ni pago por prestación alguna.
Desde abril, las clases fueron suspendidas en todo el municipio y ahora realizan cursos y talleres por instructores que no reciben retribución económica. Algunos pobladores aseguran que los niños aprenden más en las fogatas, en las acciones colectivas y labores sociales que en las aulas oficiales. Pero lo que le ha dado un impronta indeleble a la Comuna de Cherán es la puesta en marcha de una medida que le ha dado honra y prez a este movimiento de autodefensa: la ley seca. está prohibida la venta de bebidas alcohólicas y no se permite tomar a nadie en las calles de la comuna so pena de encarcelamiento preventivo y una multa que se paga con trabajo comunitario como barrer la calle o pintar paredes. Por cierto han desaparecido los grafitis tan comunes en todos los caseríos del país. Sólo una pequeña concesión se ha hecho en la rigurosa ley seca, se trata de los "escuadrones de la muerte", enfermos alcohólicos que en verdad necesitan su dosis periódica que les evita el sufrimiento innecesario.
Pero, a diferencia de la Comuna de París, ciertamente la Comuna de Cherán no atenta contra el Estado como los patriotas franceses, pues éste se ha declarado incompetente para resolver las contradicciones sociales, como lo ha reconocido Felipe Calderón públicamente, y como lo han confirmado los gobiernos Estatal, Federal y Municipal que han exhibido su cínica complacencia o complicidad con el crimen organizado, esto es una verdad que se oculta tras de los demagógicos discursos oficiales que hablan del combate a la delincuencia, he aquí una diferencia con el movimiento francés, los cheranenses no combaten frontalmente al Estado, sino a la inoperancia y obsolescencia de un Estado capitalista burgués que no resiste ya el cáncer de la corrupción, lo cual le imprime de por sí un tinte anticapitalista, lo cual lo iguala en importancia a otros movimientos anticapitalistas que ocurren en otras partes del mundo como en España, Chile o Grecia, aunado a que no hay cargos de dirección y las decisiones políticas suben desde el seno familiar a las 189 fogatas existentes (trincheras en cada cuadra o manzana de los barrios), después de las fogatas a la asamblea del barrio (cuatro barrios) y de ahí a la Asamblea General del Pueblo. Existe un consejo comunal que cumple las funciones ejecutivas que delega en comisiones las tareas de organización cultural, política, económica y social.
Al paso del tiempo, la Comuna de Cherán ha logrado terminar con la desconfianza y la incertidumbre entre sus integrantes, y casi ha recuperado su ritmo de vida normal.
El comercio prácticamente se ha normalizado y muchos campesinos han salido cautelosamente a cultivar sus campos donde el resguardo de la ronda comunitaria ha mantenido alejada a la banda de delincuentes y se ha perdido el miedo inicial; aunque, cierto es que muchas familias sí han resentido esta crítica situación y dependen del apoyo en despensas que reciben de organizaciones fraternas.
Pero, aun con todas las carencias propias de la inestabilidad económica, el autogobierno se ha fortalecido mediante las discusiones colectivas, porque en cada una de las fogatas y las barricadas se deciden cotidianamente los pasos a seguir, las acciones a realizar, la rotación de las comisiones, el relevo de las guardias, el desplazamiento de los rondines, las actividades de limpieza, etcétera.
Todo ello ha reforzado la conciencia de clase y le ha conferido al movimiento un sello democrático que empieza a ganar presencia como un movimiento señero y ejemplar, baluarte de la resistencia popular y símbolo de lucha que ha trascendido local, regional, nacional y hasta internacionalmente, habida cuenta que su enseñanza fundamental ha demostrado a los políticos corruptos de todos los niveles y aun a los sectores de la izquierda "moderada" y electorera, de que hay otras formas de "hacer" política sin necesidad de que los amos de los trastupijes, príncipes de la mofa, señores de los cabildeos y tiburones de la política ramplona, se los traguen mediante la demagogia de la "democracia" tutelada. Los comuneros de Cherán han optado vivir dignamente y autogobernarse con la fuerza que les otorga la conciencia comunitaria que es la forma más alta de la conciencia global, porque ésta ama al mundo y a la naturaleza que permite la convivencia en una forma horizontal.
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