El 26 de septiembre se reanudó la huelga de hambre realizada del 1 al 20 de julio de este año en la prisión Pelican Bay de California con la participación de al menos 6,500 presos de todas las razas en 13 prisiones del estado. Ahora 100 presos de la prisión Calipatria en la frontera con México se han sumado al esfuerzo de 50-100 presos en Pelican Bay para seguir con la huelga y se espera que presos en otras prisiones participen también.
Ninguna demanda atendida
Catorce representantes de los presos en la Unidad de Vivienda de Seguridad (SHU) de Pelican Bay han determinado que la respuesta a sus demandas del Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California (CDCR) ha sido totalmente inaceptable. Y no sólo esto. Las condiciones ahora son peores que nunca y las represalias contra los huelguistas son intensas. El CDCR pretende aumentar el número de presos en las SHU y está realizando una campaña de relaciones públicas para defender sus brutales métodos de control.
Para destacar el incumplimiento de las más mínimas demandas, los presos mencionan el ejemplo del 31 de agosto, cuando el personal de la SHU publicó cuatro notas que supuestamente permitían balones en el patio y la posibilidad de comprar sudaderas, pero con muchas trabas para obtener los “privilegios”. Para conseguir una sola foto al año o comprar plumas de color o papel para dibujar en la cantina, por ejemplo, un preso tendría que obtener la aprobación de un comité y pasar todo un año sin un reporte disciplinario. Dicen los presos que mientras se repartían las notas, ¡un sargento instruyó a su personal en voz alta a entregar reportes disciplinarios por cualquier motivo que se les ocurriera para impedir que los presos disfrutaran de sus privilegios recién ganados!
Antes de reanudar la huelga los presos dijeron: “Nos quedamos en la SHU indefinidamente, privados de nuestros derechos humanos básicos debido a las políticas y prácticas ilegales que no son otra cosa que la tortura ––la tortura de nosotros, así como de nuestros familiares y seres queridos fuera de la prisión. El CDCR aún se niega a reconocer la realidad y sigue difundiendo mentiras sobre ‘los peores de lo peores [presos]’, ‘los 3000 generales de pandillas’, etc., con el fin de deshumanizarnos y satanizarnos, mantener el statu quo y seguir ‘martilleándonos’, según el boletín de prensa del Secretario Cate hace unos meses, y someternos a condiciones ‘duras’ según el testimonio del Subsecretario Kernan el pasado 23 de agosto. Se usan estos términos ‘martillear’ y condiciones ‘duras’ en lugar de la palabra ‘tortura’. Y de hecho, ¡el objetivo de CDCR es quebrarnos y coaccionarnos para convertirnos en soplones del Estado! ¡Una violación de los tratados de derecho internacional, y punto! ¡Esto no es aceptable!” http://sfbayview.com/2011/
¿Para qué arriesguen la vida?
En la huelga del julio pasado, miles de presos arriesgaron la vida y varios estaban a punto de morir. Muchos más tuvieron emergencias de salud. Los presos exigieron y siguen exigiendo un fin a las condiciones brutales en las SHU, donde el aislamiento constituye una de las peores formas de tortura.
Sus demandas son las siguientes:
Eliminación de castigos colectivos
Abolición de la interrogación obligatoria sobre afiliaciones pandilleras, conocida como la debriefing, en inglés, en la cual una de las pocas maneras de salir de la SHU es acusar a otros presos de ser pandilleros, dando nombres y datos a las autoridades
Eliminación del confinamiento en solitario prolongado y de extremas privaciones dañinas a la salud física y mental; participación en programas educativos, religiosos, de trabajo y de auto-ayuda relacionados con un sentido de comunidad; traslado a la población carcelaria general para presos mantenidos en aislamiento por periodos indefinidos de 10 a 40 años o más; acceso a la luz del sol y acceso a servicios de salud –– todo esto en cumplimiento con las recomendaciones de la Comisión Estadounidense sobre la Seguridad y Abusos en Prisión
Provisión de comida adecuada
Establecimiento o ampliación de programas constructivos y de privilegios que incluyen visitas; una llamada telefónica cada semana; una foto cada año; dos paquetes cada año; cursos por correspondencia; materiales de arte; sudaderas, pants y gorras para el extremo frío; calendarios de pared; barras fijas de gimnasia; más canales de televisión y pequeños radios de pilas.
Pelican Bay (Bahía de Pelícanos)
En un artículo publicado en el San Francisco Bay View, K. Kersplebedeb afirma que la SHU de la prisión Pelican Bay, construida en 1989 en el pueblo económicamente deprimido de Crescent City, es esencialmente una unidad de control ––“una consecuencia indirecta de la permanente política estadounidense del encarcelamiento masivo”. La SHU de Pelican Bay se ha convertido en un modelo para unidades similares en otros estados. Ahí el aislamiento es total, no hay ventanas, la luz fluorescente nunca se apaga y la violencia de los guardias es brutal. Dependiendo del capricho de los guardias, se supone que un preso puede tomar ejercicio solo en una caja una hora diario.
Se refiere al reciente libro de Michelle Alexander, El Nuevo Jim Crow, en el cual la autora explica que “el encarcelamiento masivo comenzó como respuesta de la clase dirigente al Movimiento de Liberación Negro en la década de los ‘60, el resultado de la llamada ‘guerra contra las drogas’ elaborada para replicar muchos de los efectos de la segregación racial, pero sin la penosa retórica intolerante. Cuarenta años después, el resultado es más de dos millones y medio de personas en las prisiones de EU, la mayoría gente de color. Las unidades como el SHU de Pelican Bay fueron en parte el resultado de la ideología de ‘la ley y el orden’ que acompañó y apoyó la encarcelación masiva; en parte estaban destinados a neutralizar cualquier resistencia de los que estaban destinados ahora a pasar su vida tras las rejas”. http://sfbayview.com/2011/
Según el grupo Prisoners Hunger Strike Solidarity (Solidaridad con los Presos en Huelga de Hambre), las estadísticas del CDCR muestran que de los 1,111 presos encarcelados en la SHU de Pelican Bay, 513 han estado en aislamiento durante 10 años o más, y de ellos 78 han estado aislados durante 20 o más años. Mientras tanto, aproximadamente 400 presos en la Unidad de Seguridad Administrativa (ASU) de Calipatria han sido designados como “pandilleros” por el CDCR y serán trasladados a una de las cuatro SHU del estado de California. http://
Lo que está en juego
Los presos han denunciado que en su testimonio del 23 de agosto en las audiencias del Comité de Seguridad Pública de la Legislatura Estatal en Sacramento, el Subsecretario Kernan negó que las condiciones en la SHU constituyan tortura y declaró que el CDCR pretende aumentar el número de presos sometidos al aislamiento al aplicar su política actual a cualquier reo que participe en un “grupo alborotador”. Dicen que no cabe duda que esto incluiría cualquier persona que participe en la huelga de hambre y que “está claro que las cosas se van a empeorar en lugar de mejorarse”. http://sfbayview.com/2011/
El 24 de agosto, Kijana Tashiri Askari (n/s Marcus Harrison) reportó en el San Francisco Bay View que muchos presos recibieron un memorando disciplinario avisándoles que están registrados como participantes en la huelga de hambre de julio y que “su comportamiento y acciones se salieron del marco de las reglas del director”. El memo les informa que estarán sujetos a la aplicación de la disciplina en el futuro “por cualquier repetición de esta clase de comportamiento”. http://sfbayview.com/2011/
Un representante de los presos, Mutope Duguma (n/s James Crawford) escribió: “Esto está lejos de terminar y una vez más, y espero que sea la última vez, vamos a arriesgar nuestras vidas por medio de una huelga de hambre pacífica el 26 de septiembre de 2011, para obligar a las autoridades a realizar cambios positivos. Durante 21 años y medio nos han mantenido en aislamiento en la prisión de Pelican Bay en algunas de las condiciones más terribles conocidas por el hombre. Por lo tanto, seguimos luchando para ser tratados como seres humanos dignos de respeto”. http://sfbayview.com/2011/
En julio, hubo manifestaciones de apoyo afuera de las prisiones de Pelican Bay y Corcoran igual que en Los Ángeles, San Francisco, Oakland, Sacramento, San Bernardino, Santa Cruz, Chino, Santa Bárbara, Eureka, San Diego, Seattle, Portland, Montreal, Toronto, Las Vegas, Tucson, Filadelfia, Chicago, Manhattan NYC, Harlem NYC, Rhode Island, Harrisonburg VA, Blacksburg VA, Greensboro NC, Cleveland OH, y Perth. Se espera que las manifestaciones de apoyo se multipliquen.
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