“El objetivo de los uniformados estaba claro”, cuenta Mohamed desde el interior de la cárcel, “acabar con la unión de los presos saharauis, intimidarnos e intentar destruirnos anímicamente”, y añade que “el procedimiento lo tenían establecido: ir celda por celda, seleccionando las de los saharauis, y saquear salvajemente nuestras pertenencias, dejar en mal estado nuestras celdas y llevarse lo poco servible que quedaba”. La agresión se saldó con la desaparición del preso político, escritor y periodista saharaui Mustafa Abdedaem y el también preso político y periodista saharaui Kasem Mahmud, de cuyo paradero no se sabe nada. “Ignoramos el paradero de nuestros compañeros ―dice Salmi― y exigimos que se abra una investigación independiente sobre los sucesos, además de una intervención de organizaciones internacionales como Human Rights Watsh y Amnistía Internacional con el fin de esclarecer los hecho y arrojar luz sobre el paradero de los dos compañeros”.
Salmi, por otro lado, relata que no es la primera vez que los presos se conviertan el blanco de las agresiones dentro de las cárceles marroquíes, y recuerda que el año pasado por estas fechas ocurrió “una carnicería idéntica a la del sábado pasado” y el resultado fue más o menos lo mismo, salvo que en esta ocasión se añade la desaparición de los dos periodistas que Salmi achaca a “una venganza por la reciente entrevista que Mustafa Abdedaem concedió al semanario marroquí Al-Watan”, en la que Abdedaem denunciaba las continuas violaciones de derechos humanos contra los saharaui y cuestionaba las políticas carcelarias que el estado marroquí aplica a los presos de conciencia saharauis. En este sentido, Mohamed Salmi alerta sobre su situación y pide que se dé a conocer, que “la sociedad civil española, traicionada por la postura hostil del ejecutivo de Zapatero, denuncie y presione su gobierno para que intervenga ante Marruecos y le obligue a respetar los derechos de los presos políticos saharauis”.
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