San Francisco Tlaltenco, Tláhuac,
México Tenochtitlan,
30 de mayo de 2011
A la prensa,
a quienes nos han apoyado en nuestra lucha contra las arbitrariedades,
a los pueblos y comunidades hermanos que resisten a los megaproyectos del mal Gobierno,
a todos aquellos que saben que seguir corriendo la mancha urbana es un suicidio,
a los que no saben pero quieren saber:
Desde este medio buscamos que nuestra situación desesperada sea escuchada.
Nosotros, nosotras, ejidatarios, pequeños propietarios, mujeres y hombres habitantes de San Francisco Tlaltenco, pueblo originario ubicado en Tláhuac, Distrito Federal, en un paso más de nuestra organización contra las arbitrariedades del Gobierno Capitalino, tomamos la palabra para contar que el sueño de progreso pensado desde un escritorio burocrático es hoy nuestra pesadilla.
La construcción de la línea 12 del metro, presentada ante la sociedad como la gran obra del gobierno de Marcelo Ebrad, significa para los pueblos rurales del suroriente de la ciudad la aniquilación de los últimos espacios verdes que existen en la monstruosa mancha de cemento que se extiende desde Toluca hasta Tlaxcala, áreas verdes, boscosas, de suelos de conservación que permiten la recarga de mantos acuíferos, la recuperación de oxígeno, la producción de alimentos y el sagrado entorno de nuestra antigua cultura.
¿Por qué decimos que la línea 12 en suelos de cultivos es la aniquilación de un espacio verde, si solo representa “una franja de pocos metros” por dónde transitar?
Porque con el cuento del “progreso” y el de “emplear menos tiempo para desplazarse”, lo que en realidad sigue es la VIOLENTA URBANIZACIÓN DE ZONAS VERDES, LA DESTRUCCION DE COMUNIDADES AGRARIAS, LA EXPANSIÓN DE LA URBANIDAD AL ESTILO IZTAPALAPA con su visión político-clientelar, EL SAQUEO DEL AGUA, en fin: el gran negocio para unos pocos (por cierto, los mismos pocos de siempre) contra el bien común de los muchos, quienes desde los inicios de las obras hemos sido estafados, despojados, criminalizados, encarcelados y amenazados por las autoridades locales.
Desde este medio, queremos establecer el diálogo, no con el mal gobierno que no cumple su palabra y se regodea en su doble discurso de capitalismo verde, sino con la sociedad, con aquellas organizaciones y personas concientes que el Gobierno de la Ciudad, ese gobierno “de izquierda”, no es más que el continuismo salinista que le llena los bolsillos a los poderosos.
El doble discurso del Gobierno de la Ciudad, ¡NOS TIENE HASTA LA MADRE!
¿Dónde estamos?
Tlantenco es uno de los siete pueblos de Tláhuac. Se encuentra al noreste de la delegación, a la orilla sur de la Sierra de Santa Catarina y al noroeste del Cerro de Tulyehualco. Somos vecinos de Zapotitlán y compartimos la pasión por los carnavales, más cercanos al brinco chinelo y la cultura morelense rural que a las urbanas culturas de Iztapalapa que se encuentran desbordadas al otro lado del cerro. Tlaltenco significa "a la orilla de los cerros".
Todo el suroriente del Distrito, Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, como su continuidad en el Estado de México y Morelos, está amenazado por una urbanización salvaje, que pone seriamente en riesgo la sostenibilidad ecológica, alimentaria y cultural.
A medida que se elevan las grises casas de cemento, van desapareciendo los cerros, minas de arena, esponjas de agua. Las invasiones lideradas por punteros políticos se aceleran al entrar en un año electoral de manera preocupante, y con ellas se vuelven cada vez más comunes los incendios forestales intencionales, las pérdidas de apiarios y los robos de cultivos.
Las empresas constructoras, violando la ley, saquean el agua de nuestros pozos dejando a pueblos enteros sin agua durante el día. Tal es el caso de San Francisco Tlaltenco que desde hace un año y medio solo dispone de agua desde las 12 de la noche hasta la mañana. Las denuncias ante la procuraduría ambiental solo han servido para desgastarnos con trámites que nunca han sido cursados.
La ambición predadora de la urbanización, se empeña en disecar los humedales, tal como lo hacía hace 100 años el Sr. Noriega, cuñado del dictador Porfirio Díaz. Hoy como ayer, un tren quiere llegar sobre nuestras tierras de cultivos para engrosar los bolsillos de los poderosos.
Muchos de nuestros vecinos han sido estafados. Y muchos aún hoy, están siendo engañados con las mismas artimañas con que despojaron a comunidades vecinas.
Nosotros NO VENDEMOS NI RENUNCIAMOS A LA DEFENSA DE NUESTRA TIERRA, PORQUE LA TOMAMOS PRESTADA DE NUESTROS HIJOS.
Desde San Francisco Tlaltenco, a donde los medios no llegan “porque está lejos”, abrimos desde este espacio virtual una ventana para que conozcan nuestra historia, que sepan que muchos no vendimos, ni creemos en las mentiras del mal gobierno.
Desde este correo te haremos llegar nuestros boletines, nuestras declaraciones y al mismo tiempo los invitamos a que nos contacten, nos visiten, nos conozcan, compartan nuestra mesa y nuestras costumbres.
Desde el sureste de México-Tenochtitlan,
Pueblo de Tlaltenco en Defensa de la Tierra
De pie, en lucha por la nuestra cultura y contra las arbitrariedades del poder.
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EBRAD: ¡Tu progreso es nuestra pesadilla!¡ALTO a las arbitrariedades de la Línea 12 en Tláhuac!prensa.tlaltencoresiste@gmail.com
Contacto telefónico: 55 2920 9337
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