LA VOZ DE NUESTROS AFILIADOS
Es claro que están en su derecho de firmar lo que consideren; pero llama la atención que su carta omita lo central: las amenazas, falta de servicios sufridos por un grupo de estudiantes y los cobros ilegales a los alumnos. De acuerdo con los jóvenes, la Lic. Adriana Ortega Luna amenazó a los estudiantes con expulsarlos y, en la reunión de negociación con los representantes de jurídico del IEMS, se intimidó a los estudiantes con enviarlos al reclusorio o al tutelar de
menores por el simple hecho de que éstos estaban exigiendo servicio de laboratorio. ¿No les importa acaso? ¿Por qué no alzan la voz por las amenazas, por la expulsión de estudiantes, por la certificación irregular, por la falta de Consejo Interno? Al parecer a los trabajadores firmantes esto no les interesa en lo más mínimo. Las personas que firman esta carta sostienen que la movilización estudiantil se debió a la manipulación de un grupo de profesores. Su acusación se “sostiene” en patrañas como “en reiteradas ocasiones el grupo de alumnos se dirigía a ellos para platicar, ignoramos qué cosas” (sic!). Esto constituye una calumnia tanto a los profesores
como a los estudiantes, como si estos fueran incapaces de reconocer sus derechos, sus intereses y sus demandas ¿Tan baja opinión tienen estos profesores de sus propios alumnos?
Los estudiantes se organizaron por sí mismos, juntaron firmas, acudieron a medios de comunicación, realizaron mítines y realizaron su paro. Motivos no les falta. Existen muchos antecedentes de la pésima gestión de la actual coordinadora: la expulsión de 200 estudiantes, la
falta de servicio de laboratorio, la caótica planeación de horario que dejó a 200 estudiantes sin matemáticas, la exigencia a los estudiantes de entregar 550 hojas y 20 plumas azules para la reposición de credencial, etc. Los estudiantes intentaron resolver su problemático antes de recurrir al paro, pero como respuesta obtuvieron las amenazas directas de la Lic. Ortega Luna. ¿Qué se supone que debían hacer los estudiantes? No creemos que los firmantes del texto en cuestión lo sepan o tengan alguna autoridad moral, porque ellos mismos no han defendido sus derechos jamás. En este proceso los estudiantes juntaron decenas de firmas, así como firmas de decenas de padres de familia (de las cuales el SUTIEMS tiene copia). ¿Los trabajadores firmantes
escucharon a los estudiantes que se movilizaron? ¿Les preguntaron el porqué de su movilización? ¿Sostienen acaso que esos cientos de estudiantes fueron manipulados? ¿Sostienen que las decenas de padres de familia que firmaron en apoyo a sus hijos son tontos?
los represores y a los cobardes para reprimir y para no movilizarse. Es un mecanismo psicológico muy conocido. La psicología del policía.
Los trabajadores afiliados al SUTIEMS apoyamos a los jóvenes que se movilizan exigiendo sus derechos, pero ello no equivale a manipulación, la lógica formal te enseña que puedes apoyar una manifestación sin estar detrás de ella. Pero es obvio que hay quienes ni saben de lógica formal ni de defensa de sus derechos. Adriana Ortega amenazó, por lo menos, a los padres de un joven con proceder legalmente, sabemos que es capaz de intentar enviar a un joven al
reclusorio. ¿Los 40 firmantes apoyan ese tipo de represión digna de la época de Díaz Ordaz?
matutino que ni siquiera estuvo presente , o por personas que se encontraban de excursiones en Cacaxtla, que justifica la amenaza a estudiantes; eso sí es manipulación. Pero no se trata de los estudiantes. Los que firman por firmar son carne de cañón de la autoridad. A ver si la coordinación mete las manos al fuego por los que le limpian la bota. Ningún cargo de autoridad es eterno, los derechos obtenidos sí.
Es evidente que la carta tiene la intención de justificar la represión tanto a estudiantes como a profesores. No lo permitamos. El SUTIEMS no lo permitirá. Llamamos a los trabajadores a que escuchen a los estudiantes que se movilizaron, que oigan sus razones, que los miren
con el respeto de alguien que puede reconocer sus propios derechos e intereses. De lo contrario quien requiere de un espíritu crítico no son los estudiantes sino aquellos que firman acríticamente. Harían muy bien en aprender de la dignidad y la valentía de los jóvenes. Ojalá
estos trabajadores recapaciten. La lucha que viene por un mejor CCT requiere de la unidad de todos los trabajadores. Pero hay quien prefiere estar en unidad simbiótica con la patronal, allá ellos y su consciencia, allá ellos y su dignidad.
Asamblea Sindical SUTIEMS Tlalpan I.
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