Chile 2012: Año del poder popular
Durante el año 2011 el pueblo chileno se movilizó como nunca antes en la historia.
Miles de marchas y millones de personas estuvieron presentes y movilizados.
Durante el año 2011 el pueblo chileno se movilizó como nunca antes en la historia.
Miles de marchas y millones de personas estuvieron presentes y movilizados.
Esta
mayoría apuntaba a la necesidad de terminar con el lucro en la
educación, reivindicación que rápidamente se transformó en una oposición
a toda forma de lucro, lo que significaba oponerse a todo acto abusivo y
engañoso, con el propósito de obtener ganancias desmedidas.
Rápidamente, esta mayoría de ciudadanos y ciudadanas tomó conciencia que
el lucro y el abuso eran parte inherente del actual sistema
capitalista. El abuso y el lucro forman parte del motor que le da vida
al actual sistema.
Por lo tanto el
Gobierno es coherente al no escuchar a la mayoría movilizada y seguir
con su programa que profundiza la privatización de la educación,
colocando como ministro a una persona que se ha caracterizado por su
posición de extrema derecha.
Del
mismo modo, el Gobierno no escucha el clamor de la mayoría que se opone a
Hidroaysén en la Patagonia y el propio Presidente da a conocer que
privilegiará ese proyecto para solucionar el problema energético.
Tampoco escucha el anhelo de mayor participación y de realizar cambios
profundos en la institucionalidad.
Cuando
Carlos Larraín, presidente de Renovación Nacional (RN) logra un acuerdo
verbal con Ignacio Walker, presidente del partido democratacristiano
(DC), muchos creyeron ver que se abría una posibilidad para llevar
adelante algunas reformas que de alguna manera estaban siendo
solicitadas por la mayoría de la ciudadanía.
Sin
embargo los que apostaron por una salida negociada se olvidaban que
tanto el presidente de RN como el presidente de la DC son dignos y
fieles representantes de la derecha chilena, y ambos forman parte de los
sectores mas retrógrados en sus respectivos partidos, y por lo tanto,
junto a la Unión ‘Demócrata’ Independiente (UDI), con la colaboración
del resto de la clase política tienen como principal preocupación salvar
al actual sistema y mantener el mismo proceso de dominación.
Ninguno
de ellos está por una mayor participación popular como tampoco por
abrir cauces reales para democratizar la actual institucionalidad
construida y afianzada bajo las firmas de Pinochet y de Lagos.
El
doble discurso de la Concertación, que por un lado prometía
participación y redistribución del ingreso, mientras que en la práctica
hacía todo lo contrario, logró mantener el engaño por casi 20 años.
El
actual gobierno, al cabo de dos años, se ha quitado totalmente la
careta y aparece nítidamente como el gran defensor de los grandes
intereses capitalistas, ganándose el rechazo y la antipatía de la
ciudadanía.
Resulta inexplicable esperar soluciones por parte de los constructores y defensores del actual sistema.
La
solución a nuestras justas demandas, a los problemas de la mayoría del
pueblo solo será solucionada a partir del propio pueblo, al
transformarse de una mayoría descontenta en una mayoría organizada y
actuante.
La tarea es nuestra y
descansa en la posibilidad de construir unidad a nivel de los
estudiantes secundarios que durante el año pasado estuvieron divididos y
en este contexto saludamos a los compañeros secundarios que levantan
para este año una propuesta unitaria que cobije a todos.
Desde
la periferia de Santiago los estudiantes más golpeados por la represión
se han organizado en la Aseco (Asamblea de Estudiantes Cordillera).
Del
mismo modo aplaudimos los esfuerzos que ya empieza a realizar la nueva
directiva de la Fech y la Confech que apuntan a ampliar la base social,
fortalecer la unidad entre secundarios y universitarios, al mismo tiempo
que fortalecer la unidad con el mundo poblador y fundamentalmente con
los trabajadores.
Se construye unidad a nivel de la Coordinación de Asambleas Territoriales
que recientemente ha realizado su Séptimo Encuentro donde confluyen
las asambleas de Lo Espejo, Independencia, Puente Alto, La Florida, San
Bernardo, Ñuñoa, Pudahuel, Putaendo, San Felipe, El Volcán, Achupallas.
Se fortalece la unidad cuando las organizaciones territoriales de la zona sur se une en la Coposur (Coordinadora Popular Sur),
donde participan organizaciones populares de El Bosque, La Granja, San
Ramón y La Pintana. Se construye unidad cuando los pobladores se unen
alrededor de la Federación Nacional de Pobladores (Fenapo).
Se
construye unidad cuando se elabora un pliego común que plantea el
agotamiento del actual sistema institucional y la necesidad de construir
desde la base social el poder del pueblo que a nivel de las asambleas
discute y perfecciona sus demandas, se moviliza y lucha por conseguir
solución a sus problemas de educación, salud, vivienda, trabajo.
Estamos
construyendo unidad y futuro cuando nos levantamos en contra de las
grandes mineras que destruyen los recursos naturales, además de robarse
nuestras riquezas y que terminan con el agua en el Norte de nuestro país.
Construimos unidad en la RAN, en la Asamblea del Norte, en asambleas por la defensa del agua que agrupan a los colectivos Salvemos los Valles que se enfrentan contra los grandes poderes de Luksic y de trasnacionales como la Barrick Gold.
Se
construye unidad y esperanza cuando constatamos que el pueblo de
Magallanes se prepara para nuevas jornadas en defensa de sus problemas
al igual que el pueblo de Calama. Construimos esperanzas cuando vemos el
coraje del pueblo mapuche que a pesar de las atrocidades cometidas en
su contra por parte del Gobierno y las fuerzas represivas, mantiene su
dignidad y recoge el legado de 500 años de resistencia durante los
cuales nunca ha sido doblegado.
El
año que comienza será un año de grandes avances para el movimiento
popular. Se fortalece su organización y sus niveles de unidad y se abren
los espacios para sumar voluntades.
La
tarea no es fácil y debemos aprender a ocupar todos los espacios que
signifiquen fortalecer el proyecto popular y las justas demandas de las
mayorías ayer movilizadas.
El actual
sistema está desprestigiado y deslegitimado. La acción organizada del
pueblo será la única capaz de abrir los nuevos caminos de construcción.
Lamentamos
que importantes sectores de la izquierda privilegien el acuerdo con los
defensores del actual sistema postergando la posibilidad de construir
un proyecto alternativo, que como nunca antes tenía grandes
posibilidades de sumar voluntades y transformarse en un proyecto de
mayorías.
Como esto no fue posible se
hace necesario e imprescindible rescatar la defensa del proyecto
popular, el fortalecimiento de las demandas populares, la visibilidad de
las demandas que son postuladas por la mayoría de la ciudadanía.
En
el actual contexto es difícil expresarse a través del voto, a pesar de
la inscripción automática ya que los espacios para inscribirse como
organización política o para levantar candidatos populares siguen siendo
cerrados y privilegio para una minoría que detenta el poder.
Con excepción del partido Igualdad,
que levanta una propuesta independiente y que recoge las aspiraciones
populares, el resto de las fuerzas de una u otra manera le están
haciendo el juego a los defensores del actual sistema.
Cuando
la mayoría no puede expresarse mediante el voto, solo le queda
fortalecer el proceso de construcción del poder propio, del poder
popular.
Estudiantes y trabajadores,
pobladores y ecologistas, hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños
empiezan a constituirse en una fuerza real, organizada y actuante que
volverá a ocupar las calles de las grandes ciudades y hará oír con
fuerza su voz para hacer realidad sus esperanzas.
Por Patricio Cid
Imprimir
No hay comentarios:
Publicar un comentario