“Eco
Mundial en Apoyo a l@s Zapatistas:
Justicia y Libertad para San Marcos Avilés y Francisco Sántiz López”
“HORA DE RESISTENCIA Y SOLIDARIDAD”:
EN NUEVA CARTA GUSTAVO ESTEVA RESPALDA A SAN
MARCOS AVILÉS Y FRANCISCO SÁNTIZ LÓPEZ
“Es urgente
mostrarnos al lado de los compañeros de San Marcos Avilés. La amenaza es
inmediata. Los Comités de la Palabra Verdadera debemos hacernos presentes, en
cualquier forma a nuestro alcance, para que se vea la fuerza de nuestra
solidaridad.”
- Gustavo Esteva
Compañeras y
compañeros:
Desde Oaxaca,
México, y en el marco de la primera etapa de la campaña “Eco Mundial en Apoyo a
l@s Zapatistas: Justicia y Libertad para San Marcos Avilés y
Francisco Sántiz López”, el intelectual y activista mexicano Gustavo Esteva nos
manda una reflexión crítica y a la vez poética
que desarrolla las razones por las que nos urge manifestar nuestro apoyo y solidaridad
con la resistencia zapatista. En su explicación emocionante, titulada “HORA DE
RESISTENCIA Y SOLIDARIDAD”, lo cual incluye palabras profundas de l@s zapatistas mism@s, el compa Gustavo le da lenguaje a lo que
sabemos de corazonada. La resistencia digna de l@s Zapatistas
no es cosa aislada o lejana, como explica Gustavo, sino un movimiento de
pueblos dignos que nos une y corresponde a tod@s. Por ende,
hay que defenderlo, hay que defendernos.
Acá con mucho
orgullo compartimos esta hermosa carta en su totalidad.
HORA DE
RESISTENCIA Y SOLIDARIDAD
“Luchar
juntos, no importa qué color traigamos, lo que importa es lo que está en
nuestro corazón,” nos dijeron en la Junta de Buen Gobierno en algún lugar del
sureste mexicano, en este mes de septiembre de 2012, cuando sigue caminando la
palabra verdadera por el compañero Francisco Sántiz López y por
los compañeros de San Marcos Avilés.
Luchar
juntos, porque sólo así podemos hacer frente a quienes están haciendo todo lo
que pueden para impedir nuestras iniciativas, nuestra subsistencia, nuestra
organización, nuestra autonomía.
Hace más de diez años nos lo dijeron con claridad los compañeros zapatistas, pero
parece que no estábamos en condiciones de oírlos. No se veía entonces, con la
claridad de ahora, que estamos en la Cuarta Guerra Mundial. No es una guerra
entre países. Es una guerra de los de arriba contra los de abajo. Porque los de
abajo andamos levantados, porque hemos dicho ¡Basta! desde el primero de enero
de 1994, cuando nos despertó la insurrección zapatista. Porque ya no estamos
dispuestos a dejar que se siga destruyendo la Madre Tierra y que sigan
asesinándonos y encarcelándonos. Porque nos hemos organizado y estamos
construyendo alternativas. Por eso y por muchas otras cosas se ha desatado una
guerra continua contra nosotros, hacia afuera y hacia adentro, y se hace cada
vez más difícil vivir. Se quiere convertir el mundo entero en una prisión. El
mercado se ha acostumbrado ya a la nueva situación. Opera ya dentro de un
escenario de guerra y cotiza todo en la bolsa de valores, hasta la
incertidumbre. Pero la gente no se acostumbra. Y resistimos.
“La
resistencia no nada más es una palabra,” nos dijeron en la Junta. “Antes
pensábamos que era fácil, pensábamos que era nomás aguantar. Ahora sabemos que
es el único camino, un camino para demostrar que no sólo con dinero se hace la
vida, es con la resistencia con la que trabajamos y vivimos. Ya no mucho le
llamamos resistencia en nuestras comunidades, porque ya nos acostumbramos.
Donde sí vemos la resistencia es donde el mal gobierno nos viene pegando, con
los ataques de los paramilitares, ahí si vemos la resistencia porque tenemos
que cuidar lo nuestro, porque si dejamos un poco la resistencia le damos
espacio al mal gobierno para que nos quite lo que tenemos y nosotros no nos
vamos a echar para atrás con lo que hemos construido. Sabemos que a algunos no
les gusta que nos organicemos y por eso pasan muchas cosas, nos atacan, pero ni
modos, cada uno de nosotros ahí seguimos, seguros y contentos, si nos pasa algo
pues detrás de nosotros vienen otros compas. A pesar de esto, ahí lo vemos que
estamos pasando la vida tranquilos con nuestros hermanos y ahí es donde vemos
la resistencia. La resistencia es el lugar donde hacemos lo que queremos sin
pedirle permiso a nadie, por eso decimos que hay muchas resistencias. Nosotros
no tenemos un horario para la resistencia ni un tiempo definido. Nosotros no
tenemos fin, estamos seguros que no lo vamos a dejar ni aunque nos maten porque
nuestra palabra sigue.”
“Nos
estamos dando cuenta que hay muchos como nosotros, nomás que nadie nos enseña
qué cosa vamos a hacer, por eso lo más importante es la unidad, la mejor manera
de lograr construir el mundo donde quepan muchos mundos es la unidad, ser y
querer todos juntos, aunque seamos diferentes. A nosotros nos da mucho gusto
cuando escuchamos de otros países y lugares sus luchas. Para ser luchadores
tenemos que estar claros y dispuestos, no sólo de la cárcel sino también de la
muerte pues. Pero si esto es lo que queremos pues sigamos. Sólo así podemos,
otro camino no queda.”
Tanto
Francisco Sántiz López como San Marcos Avilés son frentes de batalla de esa
gran guerra que se intensifica todos los días en las comunidades zapatistas
porque su resistencia camina, porque todos los días se afirman en su autonomía,
consolidan sus logros y los llevan más lejos. El mal gobierno observa cómo se
enriquece la resistencia zapatista, cómo se extienden sus formas propias de
aprender y sus formas de justicia y sus formas de sanar y todas sus formas de
vivir y cómo a pesar de todo lo que hacen contra ellos la nueva realidad
social, la que funda una forma de existencia diferente, se contagia y se
afirma. Los ataques no van dirigidos contra la debilidad, contra lo que está
triste o muerto. Se ataca lo que florece, lo vigoroso, lo que es fuente de
inspiración y sirve de ejemplo.
Puede
pensarse que estos ataques son muy lejanos, están allá en un pequeño pueblo de
los Altos de Chiapas, en donde se piensa que nadie verá el horror de este
ataque anunciado contra quienes sólo quieren seguir viviendo a su manera, en su
construcción autónoma, y extienden las actividades en que sus niños aprenden a
participar en ella. Pero dice bien Sántiz, desde su cárcel: “Si estoy aquí,
estoy allá; si estoy allá, estoy aquí.”
Los
demonios están sueltos. La guerra anda por todas partes. Y por todas partes
anda también la solidaridad, la decisión de estar juntos en esta lucha común
que ya no respeta territorios. En cada lugar es diferente. Pero en cada lugar
se reproduce el mismo fenómeno: la gente se afirma en su dignidad y dice
¡Basta! y toma su camino y de arriba viene la respuesta de intimidación, de
agresión, de corrupción, de guerra continua…
Es
urgente mostrarnos al lado de los compañeros de San Marcos Avilés. La amenaza
es inmediata. Los Comités de la Palabra Verdadera debemos hacernos presentes,
en cualquier forma a nuestro alcance, para que se vea la fuerza de nuestra
solidaridad.
Es
hora de resistencia. Y resistir es esta lucha en común, juntos, en el abrazo
solidario.
San Pablo Etla, septiembre de 2012.
Enviado por Movimiento por Justicia del Barrio la Otra Campaña Nueva York
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