Escrito por Chk García
Y una propuesta de Programa Nacional de Lucha
(fragmento)
Un
programa de lucha (revolucionario), y particularmente un programa
nacional de lucha, está definido por una serie de ejes básicos que rigen
la acción colectiva e individual. La virtud de un buen programa
nacional de lucha es que en el podamos caber todos, individuos, series,
grupos y colectivos, y además, que pueda arropar una amplitud y variedad
de acciones que podamos emprender para conquistar los objetivos
planteados. El programa de lucha no busca sentar a las
autoridades a la mesa de negociación; el programa de lucha no es un plan
de acción aunque necesite de uno; el programa de lucha no es un
catálogo de buenas intenciones; el programa de lucha no es un programa
de gobierno. El programa de lucha, parte de un análisis de las
condiciones y circunstancias en las que se va emprender un proceso de
lucha, proceso al que se busca sumar, más que restar, y para ello se
establecen una serie de ejes básicos mínimos que todos y cada uno
podamos compartir para movilizarnos en unidad, y que además, al
conseguirlos, sienten las bases para el avance del proceso
revolucionario.
Propuesta a los compañeros de la Convención Nacional contra la Imposición, de un Programa Nacional de Lucha:
1.- Alto a la imposición de Enrique Peña Nieto.
2.- No a las reformas estructurales neoliberales (reforma laboral, reforma energética, etc.)
3.- No a los megaproyectos capitalistas (mineros, urbanos, turísticos, etc.).
4.- Libertad a todxs los presos políticos
5.- Defensa de la madre tierra, el agua y los bienes de la nación.
6.- Reparto agrario
7.- Trabajo, techo, alimentación, salud, educación pública y gratuita,
independencia, libertad, democracia, autonomía, justicia y paz
8.- Democratización de los usos y propiedad sobre los medios masivos de comunicación.
9.- Defensa del patrimonio cultural de la nación
10.- Disolución de los cuerpos represivos
11.- Castigo a los genocidas y explotadores del pueblo trabajador mexicano.
12.- Asamblea constituyente, nueva constitución.
Quisiéramos
ser mayas, seris, zapotecos, michoacanos, veracruzanos, para desde esa
identidad luchar contra el etnocida estado mexicano y la oligarquía
trasnacional que nos explota, pero no lo somos, no todos los somos. En
cambio tenemos algo que compartimos con todos ellos y con muchos otros,
una historia común de opresión, represión, desprecio, explotación y un
patrimonio cultural que nos pertenece a todos y a todas por igual. Ese
relato desde abajo es un relato que nos construye como mexicanos dignos,
rebeldes, trabajadores. Es un relato que debemos enarbolar para tomar
posición en esta guerra civil que vivimos en territorio mexicano.
Es
hora de enarbolar un Programa Nacional de Lucha que construya la unidad
de los diferentes sectores sociales de la sociedad mexicana.
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