El gobierno (INEGI) informa de las clases sociales, ¿y la lucha de clases, desapareció?
Pedro Echeverría V.
1.
El INEGI (Institución del gobierno encargada de las estadísticas
nacionales) reveló hoy que la cúspide de la pirámide social mexicana
está integrada por un millón 340 mil personas de clase alta (1.7 por
ciento del total de los habitantes del país); en tanto que su base está
constituida por 66.4 millones de individuos de clase baja (59.1 por
ciento de la población nacional); la clase media en México está
conformada por unos 44 millones de personas (39.2 por ciento de la
población total) con un aumento de 11.4 por ciento durante los 10 años
considerados. Estos datos inocultables –aunque siempre acomodados para
beneficiar al gobierno en turno para no presentar a México tan
miserable- son los únicos que hay, pero deben usarse de manera crítica.
2.
Sin ir a la crítica de los datos hay un reconocimiento del gobierno de
la gigantesca desigualdad social, de la polarización de la riqueza y los
privilegios y la profunda miseria en el 60 por ciento de la población.
¿Qué pasaría si se expropiara a ese 1.7 de millonarios –cientos de ellos
entre los más ricos del mundo- y con sus millones se abrieran miles de
centros productivos y tres millones de empleos? Me responderían que no
se podría porque México sería invadido inmediatamente por marines de
EEUU, Inglaterra, Israel y Colombia porque sería un mal ejemplo. No solo
se acabaría el hambre y la miseria en México, sino que tendría riquezas
para exportar y emparejar su comercio mundial. Pero realmente es
vergonzosa esa extremada cifra entre clase alta y clase baja.
3.
Sólo Carlos Slim posee 60 mil millones de dólares y tras él vienen
Salinas Pliego, Bailleres, Larrea, Hank Rhon, Servitje, Arango,
Azcárraga, González, Hernández, Harp y otros que representan parecidas
cantidades y propiedades concentradas en el DF, Estado de México,
Monterrey, Guadalajara, Puebla, Veracruz, etcétera. Estos y otros mil
millonarios controlan toda la economía del país, todas las riquezas que
se producen y mantienen a millones de trabajadores en la pobreza
extrema, además del desempleo. ¿Cómo se atreven a exigir que se aplique
toda la ley a los “delincuentes y luchadores sociales” si ellos son los
principales culpables de que la sociedad mexicana se encuentre en estas
condiciones de desigualdad social y miseria material?
4.
Cuando la clase gobernante y empresarial informan de clase alta, media y
baja, es un reconocimiento de la existencia de clases sociales y de las
enormes diferencias que existen entre ellas en México y en el mundo.
¿Puede entonces aconsejarse –como hacen los empresarios, los medios de
información, Iglesia- que no luchen entre ellas porque “dios lo hizo
así” o “así está destinado”? Por ello es importante recordar que Karl
Marx (1818-83) no descubrió las clases sociales –pues éstas existen
desde hace por lo menos cinco mil años- sino la lucha de clases como
motor de los cambios históricos, es decir, reconocer la existencia de
clases no es un mérito; lo importante es ayudar –mediante la lucha- a
que éstas desaparezcan para evitar la desigualdad o la inequidad.
5.
Marx, dado que partió de un análisis político-ideológico de las clases,
no se conformó con describir con simpleza a una clase alta, media y
baja; sino que encontró que esa clase alta se había hecho poderosa
mediante la explotación del trabajo humano y el uso de la violencia
contra la población; por eso le llamó clase explotadora y opresora a los
esclavistas, a los señores feudales y a la burguesía: explicó el origen
de su poder mediante el monopolio de las tierras, las fábricas, los
bancos y el gran comercio; y en contraparte no habló con simpleza de la
clase baja; explicó sus orígenes como esclavo, siervo y proletario; como
trabajador que a través de milenios había hecho posible toda la
riqueza creada con sus manos y sus herramientas, pero que no había
disfrutado.
6.
Luego Marx, en vez de la simpleza de llamar “clase media (clase media
baja, media-media o media alta)”, clasificó a este sector con la
categoría política de “pequeña burguesía” porque su aspiración principal
–muy penetrada por la ideología dominante- era convertirse y vivir
como clase burguesa explotadora. Aunque también Marx advirtió que la
tendencia dominante era la “proletarización” o mayor empobrecimiento de
la pequeña burguesía, que es lo que sucede en México a pesar de la
deformación de los datos del INEGI. ¿O es que por trabajar un día a la
semana o por tener un ingreso casual ya no puede ser un desempleado? ¿Si
se posee un camión de carga y alquiler sin trabajo se es de la clase
media? ¿El salario medio es de 5 mil pesos si una persona gana 10 mil y
otro mil?
7.
No solo me resulta escandaloso ese informe –aunque sea conservador- del
INEGI, sino también el hecho de que no haya una respuesta ante tal
situación. Lo peor es que cada año nos informan que la pobreza, la
miseria y el desempleo de la mayoría de la población crecen mientras las
ganancias de los grandes comercios, bancos y demás negocios ganan
millones y millones de pesos. Pareciera una burla o una mentada de madre
para los trabajadores. Pero para eso está la televisión, las
telenovelas, el futbol y la iglesia: para mantener en la enajenación a
la población pensando en que las cosas están hechas de esa manera y no
hay posibilidad de cambiarlas. Ni modo, si el 1.7 de millonarios monta
al resto de los mexicanos por algo será. (13/VI/13)
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