El
11 de abril de este año, Mario, compañero libertario y estudiante de
CCH Naucalpan fue detenido en Azcapotzalco, acusado de robo calificado y
pocas horas después fue trasladado al Reclusorio Norte, donde hasta hoy
continúa preso. El 10 de mayo el juzgado 14 Penal lo sentenció a 2 años
8 meses de prisión más el pago de una multa y una fianza, sin embargo
el compañero sigue privado de su libertad debido a que el sistema penal
ha empleado todos sus recursos “legales” para retardar su salida.
Antecedentes:
Durante
su estancia como estudiante en CCH, Mario se ha destacado por ser
participativo, crítico e involucrarse en los procesos de cambio que
ocurren al interior de los CCH y de la UNAM, se ha organizado con otr@s
estudiantes para frenar cobros ilegales a diversos trámites y servicios,
exigir derechos académicos y manifestarse en contra de la represión que
se vive constantemente al interior del plantel, tanto por parte de las
autoridades, personal sindicalizado y de confianza como de grupos
porriles (Federación de Estudiantes de Naucalpan) que en conjunto
intentan bloquear todo brote de organización estudiantil y acallar
cualquier voz que se oponga a las determinaciones institucionales.
Por
su actividad política, Mario ha sido suspendido temporalmente en 3
ocasiones, una de ellas en agosto del año pasado, cuando un grupo de
trabajadores sindicalizados y personal de confianza del plantel
Naucalpan lo acosaron, golpearon y amenazaron con el pretexto de que no
se había identificado a la entrada y que estaba realizando una actividad
indebida, es decir, brigadear, pasar a los salones a dar información
sobre la reforma a los planes y programas de estudios que ha ocasionado
rechazo tanto del sector estudiantil como académico, en esa ocasión al
compañero se le amenazó con que si volvía a participar en alguna
actividad política dentro de la escuela iban a expulsarlo
definitivamente, sin embargo en todas esas ocasiones se logró su
reinstalación. En febrero pasado, Mario se dio cuenta de que nuevamente
estaba suspendido, esta vez sin notificación alguna; durante las mesas
de diálogo que se dieron poco después en Dirección General de CCH, el
director de CCH Naucalpan, Benjamín Barajas afirmó que el compañero no
estaba expulsado y que su situación era regular. A pesar de eso, hace
unas pocas semanas, el Tribunal Universitario resolvió expulsar
definitivamente de la UNAM a Mario sin ningún argumento válido, mientras
él estaba preso. Desde hace tiempo, las autoridades del CCH han
señalado a Mario como uno de los “líderes” de l@s estudiantes
organizad@s, lo han hecho por un lado porque su estrecho marco mental no
les permite creer que es posible organizarse de una manera no
jerárquica ni autoritaria, les es impensable el hecho de que haya
alguien que no necesite que le digan qué hacer, pero asignarle el papel
de líder también les ha servido para convertir a Mario en el chivo
expiatorio al que se culpa de cualquier situación que desagrade a las
autoridades, además se le castiga para sembrar miedo, para avisar que
eso es lo que le pasa a la gente que muestra su inconformidad y que
piensa por sí mism@. Por último, al ser un compañero identificado con
las ideas libertarias, Mario se ha negado a asumir cualquier papel de
líder, porque sabe que ello implica la descalificación a la conciencia
crítica de l@s estudiantes, a quienes desde el poder se caracteriza como
personas manipulables y sin criterio, sin embargo, l@s jóvenes de los
planteles de CCH han demostrado que tienen consciencia y que les importa
lo que pasa a su alrededor.
A
partir de la toma de la rectoría de la UNAM, realizada algunos días
después de la detención de Mario, varios medios impresos, electrónicos y
televisivos publicaron notas en las que afirmaban que el compañero era
un delincuente y un asaltante, siendo que en aquel momento aun no se le
había juzgado ni sentenciado, la manipulación de la información, la
exhibición pública sobre datos de su proceso, la criminalización y el
juicio mediático fueron elementos constantes de ese falso periodismo,
que ayudó con su campaña de linchamiento a calumniar al movimiento en
contra de la reforma al CCH y a nuestro compañero activista.
En
cuanto al proceso penal, las irregularidades desde la detención de
Mario son varias: al ser detenido en ningún momento le informaron sus
derechos, lo mantuvieron aislado y no le permitieron hacer ninguna
llamada, tanto en el Ministerio Público como en el Reclusorio se le ha
dicho abiertamente primero que se le consignaría al reclusorio y después
que se retrasaría en lo posible su liberación por su condición de
activista; continuamente ha recibido un trato discriminatorio y
estigmatizante, se le ha convertido en un preso político desde el
momento de su detención y desde el sistema penitenciario se busca que el
compañero quede inactivo dentro de la lucha social el mayor tiempo
posible, es por ello que el 16 de mayo pasado el M.P. apeló la
desproporcionada sentencia para buscar aumentarla y mientras seguir
manteniendo a Mario en el encierro.
Por
todo lo anterior responsabilizamos a la Procuraduría General de
Justicia, al Tribunal Superior de Justicia del D. F., al gobierno del
Distrito Federal y a las autoridades universitarias de cualquier
agresión que pueda sufrir el compañero, exigimos su liberación
inmediata, puesto que su proceso ha sido parte de una venganza política
contra el movimiento estudiantil de los CCH y
Mario es ahora un rehén de la UNAM y el Estado.
Alto a la criminalización de la protesta social
Pres@s polític@s libertad
Grupo de solidaridad con Mario
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