Rechazan eméritos política de Calderón de otorgar créditos a alumnos de escuelas privadas
KARINA AVILÉS
A partir de las políticas educativas implementadas desde hace más de dos décadas en las que se promueve la competencia y la individualización, los centros de enseñanza y de investigación han sufrido una pérdida de identidad y de independencia, ya que son presionados para operar como “empresas” que deben responder a las demandas del mercado y no a las normas científicas, advirtieron académicos de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y Autónoma Metropolitana (UAM).
Durante una reunión en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la máxima casa de estudios en la que estuvieron presentes los eméritos Ruy Pérez Tamayo y Margit Frenk, así como el antropólogo Gilberto López y Rivas, advirtieron que desde el discurso oficial ha habido un “ataque brutal” a las instituciones públicas y cuestionaron el apoyo a las universidades privadas con recursos del erario, mediante políticas como la que hace unos días anunció el presidente Felipe Calderón de otorgar créditos a alumnos de instituciones de paga. Al final del encuentro, los universitarios acordaron fijar un posicionamiento en torno a dicha medida.
En el contexto del encuentro, el también integrante del Colegio Nacional, Ruy Pérez Tamayo, dijo que su preocupación fundamental es que la vigilancia de la excelencia académica debe “dejar de ser cuantitativa, utilizando los índices que se usan en la actualidad” y ponerlos en manos de los propios académicos”.
Reunidos en el salón de actos Adolfo Sánchez Vázquez, expusieron que el modelo que responde a los intereses del mercado ha tenido como consecuencia en el ámbito académico la reformulación de planes de estudio para ser más “generalistas” y graduar a los alumnos en menos tiempo; la desarticulación de los equipos de investigación y discusión; la generación de grupos que tienen más relaciones y, por tanto, mayor capacidad de fondeo y que, en consecuencia, son los que reciben más reconocimientos y “prebendas académicas”.
Es decir, lamentaron, todo el sistema se ha “pervertido”, porque se han cambiado los objetivos por los medios. Ahora, la finalidad de hacer un proyecto de investigación es obtener financiamiento y no hacer el trabajo en sí mismo, dijeron.
La académica de la UAM, Ana Paula de Teresa, expresó que con dicho esquema las instituciones educativas de educación superior también han perdido autoridad para imponer colectivamente sus proyectos a largo plazo.
Los financiamientos para la investigación están ligados al desarrollo de un modelo económico nacional e internacional cada vez “más polarizador y excluyente”, dijo. Estos recursos que provienen de la iniciativa privada, de los organismos internacionales y del Estado plantean requisitos que no siempre responden a necesidades derivadas de la reflexión científica y académica, sostuvo.
La académica de la FFyL, Cristina Gómez, cuestionó que en la propia UNAM los integrantes de este sector “no tenemos una organización autónoma e independiente. Ése es el problema de fondo” y otro muy serio, dijo, es la “antidemocracia”.
Por su parte, el profesor de la UNAM e investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Ricardo Pérez Montfort, advirtió que el esquema que promueve la competencia y la individualización ha afectado “nuestra relación con los estudiantes, con las instituciones, con los colegas y ha generado un malestar que trasciende las dimensiones individuales”.
Ignacio Sosa, académico de la FFyL, señaló que desde el discurso oficial se ha acusado a las instituciones públicas de educación superior de ineficaces, ineptas y corruptas. Sin embargo, dichas instituciones son las más sólidas y en ellas se concentra el proyecto de lo que queremos ser como nación y sociedad.
Las medidas del Ejecutivo para apoyar a las universidades privadas demuestran que el discurso agresivo contra las instituciones públicas “sigue avanzando en la práctica”.
Por su parte, la académica de dicha facultad, Adriana de Teresa, dijo que todo está diseñado de manera perversa para concentrarse en los niveles académicos más altos, como el doctorado y se ha dejado fuera del interés niveles educativos como bachillerato.
Imprimir
No hay comentarios:
Publicar un comentario