“GOBIERNO MEXICANO ES PARTE DE LOS CÁRTELES” : ANABEL HERNÁNDEZ, PERIODISTA
El enorme poder del narcotráfico en México no podría existir sin el
apoyo de políticos, banqueros y empresarios que sostienen los actos del
crimen organizado.
Fue investigando el enriquecimiento ilícito del expresidente Vicente
Fox Quesada (2000-2006) para el libro “La familia presidencial” como
Anabel Hernández llegó al asunto que, más tarde, tras un intenso trabajo
de investigación, le posibilitaría sacar a la luz “Los señores del
narco” que ha vendido cerca de 100.000 ejemplares.
Entre la publicación de uno y otro pasaron cinco años, durante los
cuales Anabel también colaboró con el sitio web Reporte Indigo, siempre
informando sobre corrupción y las ramificaciones del narcotráfico en la
administración pública. Las amenazas eran constantes, pero se
intensificaron poco tiempo después de que Los señores del narco llegara a
las librerías.
Entonces, Anabel se enteró de que sectores de la Policía Federal la
querían muerta y empezaban a planear su asesinato. Según dice, agentes
de su total confianza escucharon –con sus propios oídos– el plan y
decidieron contárselo. La estrategia era matar a la periodista como si
fuera un crimen común, montándose una farsa. “Algo que pasa todos los
días en México”, comenta Anabel.
Por suerte, hubo tiempo para denunciarlo en la prensa y pedir protección
a la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Como garantía, le
ofrecieron dos guardaespaldas, que actualmente la siguen donde esté,
como sombras gemelas de bigotes y armas en la cintura. La escolta le
ofrece alguna tranquilidad, pero es sorprendentemente pequeña si se
compara con la protección de la que goza, por ejemplo, Roberto Saviano,
el periodista italiano que escribió Gomorra para denunciar los nombres y
apellidos de la mafia italiana. Él cuenta con 20 agentes de seguridad
para protegerle contra la acción de sicarios.
DESDE EL 2001
El Gobierno desata la guerra entre cárteles
El ascenso de Vicente Fox a la presidencia, tras la elecciones de 2000,
cambió las reglas del juego. Sobre todo cuando se permitió que Joaquin
“El Chapo” Guzmán, capo del cártel de Sinaloa, huyera de una cárcel de
máxima seguridad. La fuga se produjo en enero de 2001, fecha en que,
según Anabel, la relación entre el narco y el Gobierno empezó a cambiar
radicalmente. “Desde el Gobierno, se decidió proteger a El Chapo y
combatir con la fuerza del Estado a sus enemigos. El Estado invadió con
el ejército territorios de cárteles rivales, les echó con el uso de la
fuerza y luego dejó que los de Sinaloa ocuparan su lugar”.
Sin embargo, los demás cárteles no estaban muertos. Tenían capacidad de
fuego y organización para hacer lo que están haciendo ahora: defender
sangrientamente sus plazas. “Claro, no van a dejar sus negocios de la
noche a la mañana”, explica Anabel. “Si Vicente Fox hubiera combatido a
todos los cárteles por igual, no estaríamos asistiendo al baño de sangre
que vemos hoy día. Hay expedientes oficiales que señalan que la Agencia
Federal de Investigaciones (AFI) protegió a Sinaloa. Los documentos lo
dicen”. Anabel cuenta que tuvo acceso a una carta que Los Zetas, otro de
los poderosos cárteles mexicanos, enviaron a algunos generales del
ejército. Según explica la periodista, el texto viene a decir: “No vamos
a dejar que nos quiten el territorio para dárselo a otros. Si el
Gobierno quiere combatir al narco, ok. Tenemos conciencia de que estamos
metidos en algo ilegal. Pero hay que combatir a todos, sin excepción”.
A pesar de tener cómo comprobar la relación entre el PAN y el cártel de
Sinaloa, Anabel Hernández todavía no tiene evidencias suficientes para
explicarla. ¿Por qué Vicente Fox habría privilegiado a El Chapo y no a
cualquier capo? Pero la periodista está segura de que la política de
Felipe Calderón y su guerra al narcotráfico, que empezó en 2008, sólo
hicieron crecer los índices de violencia en México. Para ello, sí,
Anabel tiene una explicación: “La guerra no es contra el narco, sino
entre narcos, porque el Gobierno es parte de los cárteles.
ATAQUES A INFORMADORES
En México, la impunidad ha propiciado que las amenazas de muerte contra
periodistas y defensores de Derechos Humanos sean una constante; en lo
que va de año 14 mujeres periodistas han sido agredidas y ningún caso ha
sido resuelto, según informa Comunicación e Información de la Mujer
(CIMAC). Por otra parte, según el informe 2010 sobre el estado de la
libertad de expresión en México, del Centro de Periodismo y Ética
pública (CEPET), en este país cada dos días una comunicadora o
comunicador fue agredido. En ese año se registraron 139 víctimas de las
cuales al menos 18 (13%) fueron mujeres. En su informe, el CEPET señala
que si bien la violencia generalizada impacta en el trabajo
periodístico, en 33 de los 139 casos registrados, fueron señalados
ejército, policías municipales, estatales, federales, jefes policíacos y
escoltas personales.
Imprimir
No hay comentarios:
Publicar un comentario