Los comuneros han acreditado la tenencia legal de la tierra con un documento que data de la época de Cárdenas. Ante la ausencia de razón jurídica se ha recurrido a la fuerza para tratar de despojarlos de las tierras que por derecho les corresponde.
Ya se ha instalado una mesa de diálogo con las autoridades y se exhorta a las mismas que actúen apegados a derecho y respetando los derechos de los comuneros frente al despojo de que pretenden ser objeto.
Los entrevistados aseguraron que la violencia de la cual son objeto obedece justamente al miedo de los caciques y las autoridades locales (que actúan en contubernio) frente a la organización de la población harta de las injusticias cometidas por los poderes de facto bajo el cobijo y protección de las autoridades quienes les brindan impunidad.
Se llama a las persona honestas a estar atentos a lo que pueda suceder y a exigir el respeto de los derechos de los comuneros para la restitución y disfrute de su tierra, para organizarse políticamente según su propio beneficio, sin afectar derechos de terceros tal y como se garantiza en la Constitución de la República Mexicana.
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