En Suecia matan a un migrante y protestan; en México matan a 100 mil y premian a Calderón.
Pedro Echeverría V.
1.
Cientos de jóvenes, en su mayoría inmigrantes (15 por ciento),
incendiaron coches y atacaron a la policía y los equipos de rescate en
barrios pobres, en la tercera noche de disturbios en Estocolmo desatados
tras la muerte de un inmigrante a manos de uniformados. Se publica que
desde hace años no se veían disturbios en Suecia; pero se aclara que
tras décadas de modelo sueco con un generoso estado de bienestar, Suecia
ha reducido el papel del Estado desde la década de los 90, con el mayor
crecimiento de la desigualdad en el área de economías desarrolladas de
la OCDE. Aunque el nivel de vida en Suecia aún está entre los más altos
de Europa, los gobiernos no han logrado reducir el desempleo juvenil en
el largo plazo ni la pobreza, que ha afectado con más fuerza a los
inmigrantes.
2.
En México, durante la Presidencia de Felipe Calderón (2006-12), fueron
muertos y asesinados –con el pretexto de combatir el narcotráfico- 100
mil mexicanos. Como en México somos “muy machos, o muy hombres” y porque
aquí “la vida no vale nada”, pues en lugar a encarcelar a los
gobernantes por los asesinatos, los legisladores votan para que Calderón
reciba como premio un “collar” del rey de España. Y es que somos 115
millones de mexicanos de los que el 70 por ciento vive en la pobreza y
la miseria; los Suecos sólo 10 millones. Son varias explicaciones, pero
la más importante es sin duda el nivel de conciencia que en los
mexicanos está por los suelos pues basta con comparar el nivel de vida
para ver que nuestra miseria es muy manipulada por los medios de
información.
3.
¿Será que el nivel de conciencia de lucha tenga que ver con el nivel
de vida? Para Marx eran los proletarios explotados como clase por el
capitalismo la fuerza más revolucionaria; para los anarquistas eran los
marginados por el capitalismo: miserables, mujeres, jóvenes, campesinos,
obreros, los rebeldes. Para los socialdemócratas son los votos de
ciudadanos individuales quienes lograrán cambios. Sin embargo en el
capitalismo de los últimos 50 años la conciencia ha sido manipulada –en
todos los campos- por los medios de información, por el imperio y la
iglesia. Tanto los obreros y campesinos, como los ciudadanos, han
demostrado durante ese periodo que se mueven al mismo ritmo, hacia los
mismos objetivos, que les aconsejan por los medios de información y la
iglesia.
4.
Aunque el nivel de vida de Suecia –como es bien sabido- es el más alto o
está entre los primeros, la implantación del neoliberalismo o la
acelerada privatización en los últimos 30 años ha aumentado mucho el
desempleo y la terrible desigualdad de ingresos. Por eso, si en décadas
anteriores Suecia fue idealizada pensando en que era el país “más
cercano al socialismo por su Estado de bienestar”, en estos años la
situación económica y social en ese país y sus vecinos: Noruega y
Finlandia, parece descomponerse. Esto demuestra que ningún país puede
aislarse de la economía mundial cuando el sistema capitalista extiende
sus tentáculos para dominar todo. Y no es por maldad, sino que responde a
condiciones materiales de extender el dominio mundial capitalista.
5.
De Suecia sólo entiendo de lo poco que he leído y lo que mi máximo
director Ingmar Bergman me enseñó en los años 70 y 80 en sus 20
principales películas vistas y requete vistas en el CUC de Odontología
(UNAM). Aquellos suecos que en medio de su friolento clima y nieve, de
sus temores y relaciones personales violentas, rituales del castigo y
otras anécdotas en las que siempre sale a relucir la infancia del
director. ¿Quién puede olvidar El séptimo sello, Fresas Silvestres,
Secretos de un matrimonio, Cara a cara, Sonata de Otoño o Fanny y
Alexander y otras más películas en las que había que clavar los sentidos
para comprenderlas? Quizá aquellas obras lleven a pensar en que los
suecos jamás saldrían a protestar violentamente a las calles incendiando
carros de la policía. Pero allí estuvieron demostrando que están vivos y
tienen dignidad.
6.
Suecia es una monarquía constitucional en la que es rey Carlos XVI
Gustavo el jefe de Estado; su poder real está limitado sólo a lo
ceremonial y oficial. Se escribe que “Al iniciarse la década de los
noventa, el país cayó en una crisis fiscal. La respuesta del gobierno
fue reducir los gastos e instituir una serie de reformas para impulsar
la competitividad, entre las que se encontraban reducir el Estado de
bienestar sueco y privatizar bienes y servicios públicos. Estos cambios
han dado origen a un modelo renovado de Estado de bienestar que combina
un alto nivel de responsabilidad pública con una amplia libertad de
elección ciudadana y una provechosa colaboración público-privada”. Luego
entró a la Unión Europea, a la cual Suecia pertenece desde el 1 de
enero de 1995, aunque sin adoptar el euro, pues decidió mantener la
corona sueca como su moneda nacional.
7.
Suecia, evidente, es radicalmente distinta a México. Por el número de
habitantes, por la extensión de su territorio, por el clima del país,
por su historia esencialmente monárquica y por mucho más. Sin embargo
viven en ambos países –como en todo el mundo- seres humanos que piensan y
sienten los grandes problemas económicos y políticos que se extienden
porque el capitalismo no encuentra como resolverlos. Suecia es parte de
Europa y este continente está muy agitado por las confrontaciones entre
sus gobernantes que sólo buscan hacer más grande su poder. Grecia,
España, Italia, Francia están en el eje de las grandes luchas sociales
en las calles y que bueno que hasta Suecia –a pesar de su intensa
frialdad- empieza a despertar. ¿Cómo pueden permitir que un policía
asesine a un ser humano? ¿Nosotros en México cómo permitir que nuestros
gobiernos nos roben y asesinen sin hacer nada? (23/V/13)
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