los sueños no se negocian
Viernes 18 de marzo de 2011, p. 20
Con la memoria los pueblos construimos justicia y verdaddemandaron hoy
alto a la guerra y la violencia generalizada que mantiene Felipe Calderón Hinojosa.
imposición de proyectos y programas que despojan el territorio de los pueblos de Méxicoy ponen en peligro la integridad del país.
Coincidieron en que el sistema de justicia
intimidatorio y corruptofunciona
para que no podamos seguir adelanteen el ejercicio de las garantías y su protección, y pone sus vidas
en riesgo. La impartición de justicia
obedece a intereses económicos y políticos del poder.
Ante las
agresiones, amenazas y persecucionesque enfrentan actualmente en el desempeño de sus labores (y procedentes de Chiapas, Chihuahua, estado de México, Guerrero, Coahuila, Colima y Morelos), responsables comunitarios de pueblos indígenas, abogados y activistas exigieron cese al hostigamiento contra defensoras y defensores, garantías para realizar su trabajo y atención a las demandas de justicia y verdad para los que se movilizan en la defensa de sus derechos”, así como libertad a todas las presas y presos políticos del país.
En sus conclusiones destacan que
las acciones de resistencia y construcción de autonomía que hoy están presentes en nuestros pueblos son producto de la memoria. Los proyectos oficiales de desarrollo no tienen que ver con nuestras necesidades; vienen a contaminar y llenar de tiendas comerciales, buscan nuestras aguas y tierras, acabar las montañas para buscar oro y plata sin respetar la tierra que nuestros abuelos nos dejaron a fuerza de la Revolución y la Independencia. Quieren que negociemos nuestros sueños.
Ofreciendo
el sueño de una vida mejor, nos quieren desplazar, dividir y enfrentar entre hermanos. La actuación del gobierno
siempre es la misma: primero reprime y después ofrece dialogo para
acabarcon el problema que provocó.
Pero ejercer la autonomía y libre determinación de los pueblos no se negocia.
recordamos muy bien cómo han sufrido nuestras abuelas y abuelos, padres, hermanas y hermanos. La memoria –añadieron– “nos trae al presente a las personas desaparecidas, asesinadas, encarceladas, exiliadas: no olvidamos que existen una guerra sucia, el terrorismo de Estado y la guerra contrainsurgente; tampoco olvidamos a los responsables, aún en impunidad”.
los empresarios disputan nuestras tierras, ríos y manantiales; también quieren controlar el aire. Proyectos mineros, construcción de carreteras privadas, represas y centros ecoturísticos, plantación de monocultivos, construcción de fábricas y ocupación policiaca y militar
son el proyecto del gobierno que busca despojarnos mediante dinero, engaño, división, alcoholismo, discriminación hacia las mujeres, persecución y encarcelamiento de luchadores sociales, fabricación de delitos, programas de gobierno, abuso del poder y de la ley.
conscientes de que la lucha por los derechos humanos nos lleva a cambiar de raíz las cosas, y que el neoliberalismo
busca destruir las raíces de nuestros pueblos, nuestra historia, nuestra madre tierra, perder la identidad, despojar nuestros lugares sagrados.
son retos que tenemos enfrente. Las garantías fundamentales
sólo se hacen respetar en la lucha; aunque estén en leyes, tratados y convenios, si no los ejercemos nadie los va a respetar.
son usados como herramientas de la contrainsurgencia, para dividir a los pueblos y acallar las voces que exigen sus derechos. Sostuvieron:
Aquí no hay ley, no hay justicia, no hay democracia. No las que los pueblos queremos y exigimos. Y ante
la violencia generalizada que el Estado impone, propusieron
generar movimientos por la paz y contra la guerra.
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