La inocencia de Mumia se ha demostrado no sólo durante el fatigoso proceso jurídico. Cada que la justicia en Estados Unidos opera con racismo e imparcialidad, es una prueba más de su falta de culpabilidad.
El caso reciente en que un juez de la Corte Superior de Los Ángeles sentenció a Johannes Mehserle a únicamente dos años de prisión por asesinar con arma de fuego al joven de origen afroamericano Óscar Grant, de 22 años, puso nuevamente en tela de juicio el aparato estadunidense. Mehserle, ex oficial de la policía del BART (Tráfico Público del Área de la Bahía), de Fruitvale, Oakland, fue declarado culpable de homicidio involuntario por la muerte de Grant.
el sistema anuncia su juicio sobre el valor de un joven negro de Oakland, California. Mehserle fue sentenciado a dos años, y con el tiempo servido y buen comportamiento quizá pasará sólo siete meses... por matar a un hombre. Siete meses, créamelo, por matar a un negro.... Y esa es la médula del cuento del complejo industrial de prisiones estadunidense. ¿Puede usted imaginar un conjunto de hechos, convergencias de azar, personalidades o destino que pudieran haber tenido a Grant como el asesino y a Mehserle como el muerto... y Grant sentenciado esencialmente sólo a siete meses de cárcel? Yo tampoco puedo imaginarlo. Y eso, pienso, lo dice todo.
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