por Mumia Abu-Jamal
Se llamaba Gregory Isaacs, y durante unos años su dulce y sensual voz de tenor resonó como un canto de aves en una mañana de primavera ––o más bien, en una noche ardiente del verano.
Para los amantes del reggae, los estilos y canciones rebeldes del rástaman Bob Marley parecían ejemplificar lo mejor del género. Pero luego llegó Isaacs, quien cantó del amor, y no de la rebelión. A pesar de nuestras mejores intenciones, sus canciones se pegaron como miel al oído, a la mente y al corazón.
Isaacs se volvió emblemático de lo que se conocía como el ‘reggae de amor’ – ejemplificado por su clásico de los ‘80s, “Night Nurse” (Enfermera de noche). [Mumia canta] ‘¡Oh no! no quiero ver ningún doctor, mientras me atienda mi enfermera día y noche…….’ Con estilo, con un lento pavoneo que parecía lava caliente y con la confianza de un buen amante, Gregory Isaacs abrió mentes por todo el mundo con sus canciones. Él amplió las posibilidades del reggae y la hizo la música, no sólo de la gente oprimida, sino de quien tenga espacio en el corazón para la dulzura del amor y por sus triunfos.
Nacido en Kingston, Isaacs vivió una dura vida de joven, y una aún más dura de hombre. La drogadicción, sus repetidas detenciones, el tiempo que pasó en el bote en dos continentes y los inevitables altibajos de la vida en Bábilon le pasaron factura. Pero no borraron la memoria de un cantante extraordinario.
Gregory Isaacs murió hace poco a la edad de 59. Su nombre, su voz y sus magníficas canciones quedan grabados en nuestra memoria.
Desde el corredor de la muerte soy Mumia Abu-Jamal.
–(c) ’10 maj
9 de noviembre de 2010
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah
Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México
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