[10.12.2010]- Actualización 8:30 am de Cuba
Mientras el imperialismo nos incluye en sus listas de países violadores de los Derechos Humanos, los Estados Unidos mantienen en la ilegal cárcel de Guantánamo a decenas de ciudadanos detenidos, en condiciones infrahumanas, acusados de terroristas sin habérseles celebrado vista judicial alguna.
En contraste con ello, Cuba acaba de conmutar la pena de muerte por la de 30 años de privación de libertad a dos ciudadanos extranjeros que realizaron en nuestro país acciones terroristas en instalaciones turísticas en las cuales perdió la vida un ciudadano italiano: Fabio Di Celmo, además de los daños materiales causados a estas instalaciones.
A estos ciudadanos se les probó su complicidad con elementos terroristas de Miami, directamente con el connotado terrorista de origen cubano Luís Posada, un protegido de la Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) y del propio gobierno de ese país, principal causante en 1976 de la voladura en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación en el que perdieron la vida 73 personas entre cubanos y extranjeros. Y sigue libre en las calles de Miami.
Entonces, ¿de que violación de los Derechos Humanos se nos acusa?
El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba continúa violando flagrantemente los derechos humanos de los habitantes de la isla.
Al celebrarse este 10 de diciembre el Día de los Derechos Humanos, los cubanos recordamos también los estragos que en materia económico-social y, especialmente, en sectores tan sensibles como la salud, ha ocasionado esa política.
La última votación de la Asamblea General de Naciones Unidas con 187 votos a favor, dos en contra y tres abstenciones, es un ejemplo de cómo el mundo reconoce lo injusto y cruel que es esta política que dura casi 50 años y nos ha costado 751 mil 363 millones de dólares.
Este enorme costo incluye que no podamos adquirir importantes medicamentos para aliviar, por ejemplo, el cáncer en niños y jóvenes; alimentos que son fundamentales para la vida, piezas de repuesto que nos permita seguir produciendo. Igualmente el bloqueo impide el flujo de ciudadanos de ambos países, intercambios culturales y científicos, realizar transacciones financieras que potencien y desarrollen más el país.
Asimismo, desarrollar aún más fuentes productivas, impulsar diferentes sectores de la economía y de la sociedad, construir más viviendas, hospitales, escuelas.
En franca violación de los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se priva a los cubanos de participar de importantes investigaciones con universidades y otros centros científicos que buscan soluciones a problemas que afectan la supervivencia del hombre y del planeta. Aún así, en condiciones increíbles, los científicos cubanos han desarrollado valiosas vacunas que contribuyen a salvar millones de vidas humanas y hoy esas vacunas y otras investigaciones se comparten con el resto del mundo.
La libre información a la que tiene derecho cualquier ciudadano, se nos bloquea. Se impide el acceso a las nuevas tecnologías. Se nos acusa de que los cubanos no tenemos acceso a Internet, sin embargo, son los estados Unidos y sus aliados los que constantemente nos impiden llevar adelante programas de informatización.
En la campaña mediática de agresiones y de desinformación que emplean contra nosotros no dejan de potenciar las trasmisiones de canales y emisoras enemigas y de estimular la disidencia interna llegando a realizar acciones de provocación desde la propia Sección de Intereses norteamericana en La Habana. Ahora mismo cuando en la Capital tiene lugar con todo éxito y libertad el 32 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, la SINA lleva a cabo una jornada de cine con la presencia de ciudadanos apátridas que le sirven en sus empeños de someternos y eliminar nuestra soberanía y proyectos sociales y humanitarios no solo dentro del país si no en otras áreas hermanas.
Muchos son los aspectos en los que el bloqueo impide a los ciudadanos desarrollar sus potencialidades, pero resaltan aquellos donde el derecho elemental a la vida se niega, incluso a los más pequeños, por el solo hecho de haber nacido en la Isla.
Los cubanos ratificamos hoy que la Revolución nos permitió el disfrute de sus derechos humanos, civiles, culturales, económicos, sociales y políticos, a pesar de la permanencia de esa política norteamericana.
Fuente: http://www.elhabanero.cubaweb.cu/
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