COMUNERO: NO FIRMES EL FANAR, PUES PONES EN RIESGO EL BIENESTAR DE NUESTRO TERRITORIO
El
6 de enero de 1992 se publicó en el Diario Oficial de la Federación,
el decreto mediante el cual el Congreso de la Unión, a iniciativa del
Presidente Carlos Salinas de Gortari, reformó el artículo 27° de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Esto en apoyo al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Estas reformas, derivaron en la publicación de una nueva Ley Agraria (febrero de 1992); el
artículo 56 de la ley agraria emanada de estas reformas y del
Reglamento en Materia de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación
de Solares dieron vida al Programa de Certificación de Derechos
Ejidales y Titulación de Solares (PROCEDE) en enero de 1993. Tras
privatizar alrededor del 92% de los ejidos y bienes comunales de todo
el país, el PROCEDE finaliza operaciones el 17 de noviembre de 2006;
cerrado este ciclo, los arriba citados denuncian que el Gobierno Federal
reactiva el PROCEDE con el nombre de FANAR. Con las reformas al artículo 27 de la Constitución, se permite la
apertura al mercado, de las tierras de propiedad social -ejidal o
comunal- quitándoles su carácter de invendibles, inembargables, e
imprescriptibles; permitiendo y fomentando -en cambio- su conversión a
propiedad privada individual y su incorporación –como aporte- a
sociedades mercantiles por acciones. Lo que a su vez fomenta la
creación de condiciones que fomentan la aparición de un
neolatifundismo, al permitir legalmente, que las sociedades mercantiles
por acciones puedan ser propietarias de predios ¡25 veces mayores a
los establecidos para la pequeña propiedad individual!, la cual en el
viejo artículo 27 limitaba la posesión de la tierra a un máximo de 100
hectáreas (has) de riego, 200 de temporal, o 800 de bosque, con la
reforma se permiten 2 500 hectáreas de riego, 20 000 hectáreas de
bosque, mientras que actualmente las empresas llegan a tener
latifundios de hasta 312 000 hectáreas. Esto quiere decir que la
reforma vino a echar a perder la lucha contra los latifundios y los
logros de Emiliano Zapata, de la Revolución mexicana que permitió el
reparto de tierras en ejidos y bienes comunales.El
PROCEDE y el FANAR, convierten los bienes comunales en ejidales, un
documento oficial de la Procuraduría Agraria, dado a conocer en el
sexenio actual en el que habla sobre estadísticas del FANAR dice a la
letra: “De conformidad con la
Ley Agraria, las tierras ejidales, por su destino, se dividen en
tierras para el asentamiento humano, de uso común y parceladas. La
asamblea de cada ejido, con las formalidades previstas en las
disposiciones aplicables a dicha ley, podrá determinar el destino de
las tierras que no estén formalmente parceladas y efectuar el
parcelamiento de éstas, reconocer el parcelamiento económico y
regularizar la tenencia de los posesionarios; consecuentemente, la
asamblea podrá destinarlas en la forma señalada y asignar los derechos
que correspondan”. Buscamos mayor
información en la página de internet del Registro Agrario Nacional,
donde dice que la información del FANAR fue bloqueada en cumplimiento a
las disposiciones electorales, aunque ya iniciaron las campañas de los
partidos, así que no hay pretexto para que el gobierno nos oculte la
información.
Si
bien de acuerdo con lo antes señalado, se podrían vender las tierras,
eso es lo que buscan los caciques como los Chagoya, o los invasores
como el FPR, que les legalicen sus invasiones, o las intenciones de
hacer fraccionamientos, o de las empresas ya establecidas como Benevá
que podrían ampliar su territorio comprándolo por ejemplo para
fraccionamientos y dejándonos a nosotros sin tierra. Como cada quien
puede vender por su cuenta, le van restando autoridad a la asamblea
comunitaria, aunque eso no lo dice el gobierno en su propaganda. Ante
ello nuestra única alternativa si es que no queremos legalizar futuras
invasiones o daños a nuestra comunidad, es permanecer ante el régimen
comunal, es necesario señalar casos en nuestro pueblo, donde terrenos
que ya tenían dueño, aparece otro, generando conflictos incluso entre
las familias, así que no nos dejemos dividir, dialoguemos y lleguemos a
acuerdos en nuestras asambleas comunitarias sin cometer injusticias
contra nadie, respetando los derechos de nuestros paisanos, porque
somos una comunidad. La mejor opción es que el Comisariado de Bienes
Comunales y las asambleas comunitarias sean quien regularicen los
terrenos sin meterlos a la venta a través del FANAR, de hecho se cuenta
con las bases legales, porque ya hay decretos presidenciales que
reconocen a nuestras autoridades comunitarias nombradas por asamblea
desde hace décadas, de hecho es parte de las tradiciones ancestrales. El
FANAR y el PROCEDE nos traen a las carreras para que nos inscribamos
sin saber qué onda, tómense su tiempo y de preferencia no firmen pues
con ello debilitarán la comunalidad de nuestro pueblo y la defensa de
nuestro territorio.
EL
PROCEDE-FANAR BUSCA PRIVATIZAR LOS RECURSOS NATURALES Y BIENES
COMUNALES
El PROCEDE-FANAR busca
privatizar los recursos naturales y bienes comunales de los pueblos de Oaxaca y
de todo el país donde existen estos, o bien en forma de ejidos para poder
facilitar la entrada de los poderosos (empresarios ricos). Llegó a comunidades
donde aprovechó la desinformación de la gente para meter el programa con
mentiras diciendo que era un bien para el pueblo, sin embargo, y a pesar de que
mucha gente se inscribió al PROCEDE, sólo el 3% de esta gente ha vendido, o ha
permitido la privatización de las tierras tanto comunales como ejidales. Al ver
que las comunidades se estaban dando cuenta de las verdaderas intenciones del
PROCEDE, el gobierno se inventó el FANAR (Fondo de apoyo para Núcleos Agrarios
sin Regularizar) para seguir las mismas políticas e intenciones del PROCEDE. El
FANAR llega con las mismas mañas del PROCEDE apantallando que es un programa que
regulariza los documentos de los comuneros a nivel federal, diciendo que es
necesario entrar al FANAR por las reformas al Artículo 27 y los reglamentos que
de ella se derivan; desconocen los derechos comunales y la validez de los
documentos expedidos por cualquier Comisariado de Bienes Comunales o
Ejidales.
En contraparte, los comisariados y los agentes
municipales de los distintos pueblos, cuentan con decretos presidenciales muy
antiguos que reconocen la autoridad de los Comisariados de Bienes Comunales o
Ejidales y su derecho a que las asambleas de los pueblos autodeterminen la
regularización de sus tierras sin la necesidad de recurrir al FANAR: en eso
consiste la defensa de los territorios, ¡NO HACER CASO A LAS REFORMAS QUE
TRAICIONAN A NUESTRA PATRIA Y SUBASTAN NUESTRAS TIERRAS, PISOTEAN NUESTROS USOS
Y COSTUMBRES Y NUESTRO DERECHO A LA AUTODETERMINACIÓN COMO PUEBLOS
ORIGINARIOS!.
Recordemos que Carlos Salinas de Gortari
reformó el artículo 27 de nuestra constitución con la complicidad y el voto
mayoritario de los partidos en el poder en las cámaras de Diputados y Senadores,
ellos vendieron a nuestra patria porque ese artículo permite a los extranjeros y
privados, adueñarse de nuestros recursos naturales, como el agua, la
electricidad, el petróleo, las tierras, los bosques, ríos y mares. Habitantes de
Macuilxochitl, el gobierno no da nada gratis, el FANAR faculta y facilita la
venta y destrucción de nuestros recursos naturales. Recuerden que las ganancias
de las empresas privadas son para sus bolsillos y los de sus familias, NO PARA
EL PUEBLO. Antiguamente, cuando llegaron los españoles, nos corrieron de las
capitales, para enviarnos a los lugares más alejados de nuestro Estado de
Oaxaca, porque ellos pensaron que nuestros recursos naturales no servían para
nada, por eso ellos se quedaron a vivir en las ciudades estableciendo sus
cacicazgos, porque creen que solo las máquinas producen dinero, pero cuando
ellos se dieron cuenta que ya habían contaminado, ahora quiere invadir nuestros
territorios para industrializarlos. La máquina no produce alimentos, solo puede
procesarlos y en la mayoría de los casos contaminarlos con aditivos químicos que
son cancerígenos; en cambio, la tierra si puede producir alimentos sanos, el
dinero no se puede comer, el maíz, el frijol, el trigo y el arroz sí. Por ello,
la tierra y la madre naturaleza son la fuente de toda la vida de nuestro
planeta, ser campesino, sembrar la tierra y cosechar, es ser parte de la vida y
no de la muerte. Ello no significa que seamos cavernícolas, o que queramos
volver a la edad de piedra, sino que también tenemos derecho a la electricidad,
a escuelas, hospitales, y a una vida digna, donde ser campesino no sea sinónimo
de ser pobre y vivir en la más absoluta miseria.
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