Hermann Bellinghausen
Enviado
Periódico La Jornada
Domingo 22 de abril de 2012, p. 21
San Cristóbal de las Casas, Chis. 21 de abril. Organismos de la otra campaña realizarán próximamente la Semana de lucha mundial por la libertad de Alberto Patishtán Gómez y Francisco Sántiz López: a tumbar las paredes del calabozo.
Profesor tzotzil, el primero, es un importante preso de conciencia que lleva 12 años tras las rejas y en octubre pasado fue confinado en el penal federal de Guasave, Sinaloa, por participar en una huelga de hambre demandando su liberación y la de otra decena de reclusos indígenas en Chiapas. Por su parte, Sántiz López, comerciante tzeltal, es base de apoyo del EZLN desde hace 20 años y fue encerrado en febrero en el penal de San Cristóbal acusado de delitos que no cometió.
En ambos casos, abogados independientes, organismos de derechos humanos y autoridades autónomas zapatistas han confirmado la inocencia de los indígenas. Todos subrayan que se trata de presos políticos y responsabilizan al gobierno de Juan Sabines Guerrero de mantenerlos encarcelados por razones políticas y por encubrir a grupos paramilitares del pasado en el municipio El Bosque, y del presente en Tenejapa.
Al cumplir Patishtán 41 años de edad, el Movimiento por Justicia del Barrio –de la otra campaña en Nueva York– anunció que dichas jornadas serán del 15 al 22 de mayo: Acá en el otro lado, nos encontramos con una gran ansia latiendo en nuestra piel por haber observado los encarcelamientos injustos de Patishtán Gómez y Sántiz López. Las dignas luchas de nuestros compañeros son ocasión de reflexión y rebeldía ante un sistema político y jurídico que no tiene nada que ver con la justicia ni los derechos.
Solidaridad internacional
En recientes movilizaciones populares en España, Francia y las ocupaciones en Wall Street, los emblemáticos prisioneros chiapanecos han recibido reiteradas manifestaciones de solidaridad, extensiva a sus compañeros de la Voz del Amate y Solidarios de la Voz el Amate, quienes por lo demás siguen denunciando malos tratos y ausencia de atención médica en los Centros de Reinserción Social de Sentenciados (Cerss) de San Cristóbal y El Amate. En particular Rosario Díaz Méndez.
El movimiento neoyorkino apunta: “Buscan borrar el rostro de nuestros compañeros para que cesen de ser visibles; borrar su palabra para que no sean escuchados; su libertad física para que no luchen más. Es más fácil encerrar en un calabozo un cuerpo que no lleva cara, que no hace ruido, que no tiene vida. El sistema de prisión constituye parte de la política racista del sistema capitalista mundial. En México, tanto como en Estados Unidos, las cárceles y prisiones se llenan casi exclusivamente de los de abajo –mujeres y hombres indígenas, migrantes, negros, pobres, latinos–, ya que sólo se pueden beneficiar de esta miseria los verdaderos criminales, las corporaciones multinacionales y sus lacayos políticos”.
Desde los primeros días de febrero, Sántiz López está encarcelado por acusaciones falsas de haber dirigido un enfrentamiento en Banavil (municipio de Tenejapa), que resultó en la muerte de un priísta sigue el pronunciamiento. “El componente racista y político es obvio, pues como explica la Junta de Buen Gobierno de Oventic: ‘la fabricación de delitos contra nuestro compañero viene desde Los Pinos con el fin de destruir la resistencia de las comunidades zapatistas; están tratando de impedir a toda costa la construcción de la autonomía de los pueblos originarios’”.
El pasado 22 de marzo, cuando estaba a punto de salir absuelto, se le acusó de otro delito falso para impedir que dejara la cárcel y seguir como rehén político, pues está confirmado, con varios testigos dispuestos a declarar, que ni siquiera estaba en el lugar de los hechos. Una investigación del Frayba ya identificó a los responsables del asesinato en Banavil, sin ningún efecto.
El pronunciamiento por la liberación de los indígenas destaca finalmente: “El conflicto de Banavil arrastra, además, la desaparición forzada de Alonso López Luna –de quien sólo ha aparecido un brazo–, la falta de asistencia médica urgente a Lorenzo López Girón y el desplazamiento de cuatro familias simpatizantes zapatistas. Las autoridades federales y estatales hacen oídos sordos, para proteger a sus grupos de choque. Es imprescindible apoyar y presionar para arrancar la libertad del compañero Francisco y la resolución del conflicto de Banavil”.
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