México: El camino de la salud Zapatista y el sueño del Joven Antonio
Enviado por: Red Latina Sin Fronteras
Edgar Bautista
"No existe la vida sin la muerte, así como no existe la muerte sin la vida. Pero existe también una "muerte en vida". Y la muerte en vida es, exactamente, la vida a la cual se le prohíbe ser". (Freire, 1970)
"Sueña Antonio con que la tierra que trabaja le pertenece, sueña que su sudor es pagado con justicia y verdad, sueña que hay escuela para curar la ignorancia y medicina para espantar la muerte, sueña que su casa se ilumina y su mesa se llena, sueña que su tierra es libre y que es razón de su gente gobernar y gobernarse, sueña que está en paz consigo mismo y con el mundo. Sueña que debe luchar para tener ese sueño, sueña que debe haber muerto para que haya vida. Sueña Antonio y despierta... ahora sabe qué hacer y ve a su mujer en cuclillas atizar el fogón, oye a su hijo llorar, mira el sol saludando al oriente, y afila su machete mientras sonríe. "Un viento se levanta y todo lo revuelve, él se levanta y camina a encontrarse con otros. Algo le ha dicho que su deseo es deseo de muchos y va a buscarlos".
17 años después, me pregunto: ¿Qué sucedió con el sueño del Joven Antonio? ¿Qué cambios le trajo en su vida el soñar y despertar? La siguiente historia, es solo una de las múltiples contadas alrededor de los promotores de salud indígenas del estado de Chiapas.
Para la década de los ochentas el Viejo Antonio conoce muy bien la relación de opresión que ha vivido su pueblo por generaciones. Él, junto con sus iguales, buscó de distintas formas organizarse para mejorar sus condiciones de vida y para cambiar las relaciones de injusticia. En aquella época, algunas personas "externas" decidieron "apoyarlo" de maneras pacíficas y legales, de tal forma que se constituye una iglesia indígena, grupos de alfabetización, de producción, y promotores de salud, entre otros. Los indígenas y las organizaciones intentan dialogar de manera pacífica una y otra vez con el gobierno (casualmente compuesto por hacendados) sin conseguir nada, el resultado: los hacendados y los gobiernos siguen decidiendo las formas de vivir y de morir de l@s indígenas, las relaciones de injusticia continúan.
Lo anterior es motivo para que se empiece a gestar en la selva la imagen del Joven Antonio quien en sus primeros años decide formarse como promotor de salud, y posteriormente se hace miliciano, se prepara y le declara la guerra al gobierno mexicano, pierde compañeros durante el combate de 1994. El hacendado huye, su figura desaparece. El Joven Antonio y los indígenas dejan de ser peones, ganan la tierra y libertad. Ante la situación de guerra, llegan organizaciones nacionales e internacionales, algunas ofrecen apoyo a la emergencia, otras de desarrollo humano, el Joven Antonio, es para ellos, traductor, observador, acompañante de médicos, todavía subordinado y marginal en la toma de decisiones en el campo de la salud.
El Joven Antonio continúa en la lucha, ahora por el reconocimiento de los pueblos indígenas mediante los acuerdos de San Andrés (incumplidos por el gobierno mexicano). Para esas fechas, 1996, está la idea de formar un Sistema de Salud Autónomo Zapatista (SSAZ). En la milicia el trabajo es duro y le proponen al Joven Antonio decidirse sólo por un cargo el de miliciano o el de promotor, elige el trabajo en salud.
Dentro de las múltiples estrategias de "guerra de baja intensidad" el gobierno mexicano pone en la mira al Joven Antonio y lo intenta convencer de que trabaje para él, le ofrece un trabajo como promotor de salud comunitaria, un salario, acceso a seguridad social, vacaciones, jubilación, y lo más importante, ser parte del mismo gobierno que ha oprimido y reprimido a sus antepasados por generaciones, a cambio de traicionar a su pueblo. El Joven Antonio piensa que la lucha no ha terminado, que apenas inició, rechaza la oferta del gobierno y decide continuar siendo indígena, zapatista y promotor de salud.
En 2003, los zapatistas se dieron a la tarea de ser "un buen gobierno," que retomara las formas organizativas de las comunidades indígenas, que rompiera con la reproducción de injusticias añejas, y que se encargara de cuidar que "en territorio zapatista se mande obedeciendo". El gobierno fue constituido por indígenas creando así las Juntas de Buen Gobierno (JBG) en donde el poder detentado es rotativo entre los miembros de todas las comunidades. Las JBG en su mandar, han tenido errores, los han reconocido y corregido retomando el rumbo inicial, acabar con las relaciones de injusticia en las comunidades zapatistas.
En la salud, ser gobierno y ser autónomos, está relacionado con: tener un espacio para la atención de personas de manera digna, sean o no zapatistas, y con manejar ellos mismos ese espacio. Esto se ha traducido en "un control social sobre las decisiones que repercuten en la salud y en el bienestar de la población", situación que no se da en otras comunidades pro gobierno. Esto ha hecho que los responsables de decidir y construir sus propios espacios y sus propios destinos sean los indígenas.
La lucha zapatista, apoyada por la sociedad civil y sustentada en personas como el Joven Antonio ha construido un SSAZ ,que bien podría llamarse sistema de atención y prevención a la enfermedad, el cual ha evitado la muertes maternas, y ha mantenido mejores índices de vacunación y menores índices de desnutrición que las comunidades pro gobierno en la zona de conflicto, ha ampliado la infraestructura para la atención y trabajado en la prevención de enfermedades y ha reconocido sus limitaciones para actuar frente a la enfermedad en todas las comnunides. Por otro lado, la decisión del NO alcoholismo, y NO drogadicción en las comunidades, no son logros de acciones directas del SSAZ, sino de la política zapatista en general. Esta experiencia puede servir a los que pretenden terminar con el "problema" de las drogas con guerras y centros de adicciones.
Desde la perspectiva socio histórica lo saludable del proyecto zapatista es el cambio en las relaciones de injusticia entre hacendados y peones correspondientes al modo de producción feudalista en las haciendas existentes en Chiapas. Al cambiar las relaciones de vida del Joven Antonio, se cambian también las formas de enfermar, de morir y de atender a sus enfermedades, mismas que dieron lugar a que en Chiapas se le haya denominado una "zona de desastre sanitario" para la década de los noventas. Este cambio, no da por sentado que las condiciones sociales actuales, aún cuando han mejorado, sean las ideales.
Otra perspectiva desde donde se puede observar el proyecto zapatista es la que considera lo "saludable" como la posibilidad de que los sujetos construyan un proyecto colectivo, y que identifiquen como se han venido concibiendo como personas, el Joven Antonio a lo largo del tiempo se dio cuenta que pasó de ser un peón, un observador, un traductor, a ser cada vez más un promotor de salud, es decir, un ciudadano. Un proyecto saludable, sería desde la perspectiva emancipatoria, el que promueva el desarrollo de las capacidades humanas de sus integrantes, en el caso del Joven Antonio sería la capacidad de tomar decisiones propias, o la capacidad de decidir la forma en que quiere organizarse, vivir, e incluso en la que quiere morir. También considera saludable que hoy el Joven Antonio tenga condiciones para poder develar las formas de opresión vigentes y transformarlas, así como de imaginar futuros, decidirlos, caminar hacia ellos y alcanzarlos.
17 años después, la tierra que trabaja el joven Antonio le pertenece. Es razón de su gente gobernar y gobernarse. Sueña con una vida digna, y con una muerte digna. La razón la encuentra también en su mujer, que es a la vez cómplice y su par. Ella también hace lo propio. Atizando el fogón de la esperanza está. Dispuestos caminando van, saben que los sueños se construyen, dispuestos caminando van, buscando espejos con quienes construir sus sueños.
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