Tenemos
la fraternal satisfacción de saludar y compartir esta declaración programática unitaria, que difundimos en la certeza de su alcance ejemplar y sin fronteras.
Hermanos y hermanas -de clase y de causa- del Brasil, gracias! por un
aporte que, fruto de las mejores y más dignas luchas, sin duda sabrá ser
herramienta también para todos los pueblos en lucha de nuestra Matria
Grande.
Red Latina sin fronteras
Por Tierra, Territorio y Dignidad!
Después
de siglos de opresión y resistencia, "las masas campesinas oprimidas y
explotadas" en una demostración de capacidad de articulación, unidad
política y construcción de una propuesta nacional, se reunieron en el
Congreso "Primer Congreso Nacional de Labradores y Trabajadores
Agrícolas sobre el carácter de la reforma agraria", en el año 1961, en
Belo Horizonte. Ya en ese Congreso los pueblos del campo, asumiendo un
papel de sujetos políticos, apuntaban a la centralidad de la tierra como
espacio de vida, de producción e identidad socio-cultural.
Esa
unidad y fuerza política llevó al gobierno de João Goulart a incorporar
la reforma agraria como parte de sus reformas de base, contrariando los
intereses de las elites y transformandose en uno de los elementos que
llevaron al golpe de Estado de 1964. Los gobiernos golpistas
perseguieron, torturaron, encarcelaron y asesinaron dirigentes, pero no
lograron destruir el sueño, ni las luchas campesinas por un pedazo de
tierra.
Después
de décadas de resistencia y denuncias de la opresión, las
movilizaciones y luchas sociales han creado las condiciones para la
reanudación y la expansión de la organización campesina, haciendo
emerger una diversidad de sujetos y pautas. Junto con la lucha por la
reforma agraria, la lucha por la tierra y por el territorio se van
afirmando sujetos como los sin tierra, cimarrones, indígenas,
recolectores, pescadores artesanales , quebradeiras, comunidades
tradicionales, agricultores familiares, campesinos, trabajadores y
trabajadoras rurales y demás pueblos del campo, de las aguas y los
bosques.
En este proceso de constitución de sujetos políticos, se
afirman las mujeres y los jóvenes en la lucha contra la cultura
patriarcal, por la visibilidad y la igualdad de derechos y dignidad en
el
campo.
En
nueva demostración decapacidad de articulación y unidad política,
nosotros hombres y mujeres de todas las edades, nos reunimos 51 años
después, en Brasilia, en el Encuentro Nacional Unitario de Trabajadores y
Trabajadoras, Pueblos del Campo, de las Aguas y los Bosques, teniendo
como centralidad la lucha de clases en torno a la tierra, que
actualmente se expresa en la lucha por la Reforma Agraria, Tierra,
Territorio y Dignidad.
Estamos
construyendo la unidad en respuesta a los desafíos de la desigualdad en
la distribución de la tierra. Al igual que en los años 60, esta
desigualdad se mantiene inalterada, habiendo una profundización de los
riesgos económicos, sociales, culturales y ambientales, como
consecuencia de la especialización primaria de la economía.
La
primera década del siglo XXI revela un proyecto de reactivación de la
modernización conservadora de la agricultura, iniciada por los
militares, interrumpida se en los años noventa y retomada como proyecto
de expansión primaria para el sector externo en los últimos doce años,
bajo la denominación de agronegocio, que establece como nuestro enemigo
común.
Este
proyecto, en esencia, produce desigualdades en las relaciones
fundiárias y sociales del medio rural, profundiza la dependencia
externa y realiza una explotación ultrapredatória de la naturaleza. Sus
protagonistas son el capital financiero, las grandes cadenas de
producción y comercialización de commodities de escala mundial, el
latifundio y el Estado brasilero en sus funciones financiadoras -
inclusive destinando recursos públicos para grandes proyectos y obras de
infraestructuras - y (des)reguladora de la tierra.
El
proyecto capitalista en curso en Brasil persigue la acumulación de
capital especializado en el sector primario, promoviendo la
sobreexplotación agropecuaria, hidroeléctrica, mineral y petrolera. Esta
superexplotación, en nombre de la necesidad de equilibrar las
transacciones externas, sirve a los intereses y la dominación del
capital extranjero en el campo a través de las transnacionales del agro y
el hidronegocio.
Este
proyecto provoca la trituración y la desterritorialización de los
trabajadores y trabajadoras de los pueblos del campo, de las aguas y de
los bosques. Sus consecuencias sociales y ambientales son la no
realización de la reforma agraria, la no demarcación y el
reconocimiento de los territorios indígenas y cimarrones, el aumento de
la violencia, la violación de los territorios de los pescadores y los
pueblos de los bosques, la fragilización de la agricultura familiar y
campesina, la sujeción de trabajadores y consumidores a los alimentos
contaminados y a la convivencia con la degradación ambiental. También
hay consecuencias socio-culturales como la masculinización y el
envejecimiento en el campo, por la falta de oportunidades para los
jóvenes y las mujeres, resultando la no reproducción social del
campesinado.
Estas
consecuencias fueron agravadas por la ausencia, la falta de adecuación
al carácter asistencialista y de emergencia de las políticas públicas.
Estas políticas contribuyeron al proceso de desigualdad social entre el
campo y la ciudad, el vaciamiento del medio rural y el aumento de la
vulnerabilidad de los sujetos del campo, de las aguas y de los bosques.
En lugar de promover igualdad y dignidad, las políticas y acciones del
Estado ,muchas veces, retiran derechos y promueven la violencia en el
campo.
Incluso
generando conflictos y siendo enemigo de los pueblos, el Estado
brasileño en sus esferas de Ejecutivo, Judicial y Legislativo,
históricamente viene invirtiendo en el fortalecimiento del modelo de
desarrollo concentrador, excluyente y degradante. A pesar de todos los
problemas generados, los sucesivos gobiernos - inclusive el actual -
mantiene la opción por el agro e hidronegocio.
El
Brasil, un país rico en tierras, agua, bienes naturales y
biodiversidad, atrae el capital especulativo y agroexportador,
intensificando los impactos negativos sobre los territorios y
poblaciones indígenas, cimarrones y las comunidades tradicionales y
campesinas. Externamente, el Brasil se está convirtiendo en la palanca
de diseño neocolonizador, la ampliación de este modelo para otros
países, especialmente en América Latina y África.
Se
torna indispensable un proyecto de vida y trabajo para la producción de
alimentos saludables en escala suficiente para atender las necesidades
de la sociedad, que respete la naturaleza y genere dignidad en el campo.
Al mismo tiempo, el rescate y fortalecimiento del campesinado, la
defensa y recuperación de sus culturas y saberes se hace necesario para
proyectos alternativos de desarrollo y sociedad.
Ante esto, declaramos lo siguiente:
1)
La reforma agraria como política esencial de desarrollo justo, popular,
solidario y sostenible, presupone el cambioen la estructura agraria, la
democratización del acceso a la tierra, respeto a los territorios y
garantia de reproducción social de los pueblos del campo, del agua y los
bosques.
2)
La soberanía territorial, que comprende el poder y la autonomía de los
pueblos interesados para proteger y defender libremente el bien común y
el espacio social y de lucha que ocupan y establecen sus relaciones y
modos de vida, desarrollo de las diferentes culturas y modos de
producción y reproducción, que marcan y dan identidad al territorio.
3)
La soberanía alimentaria como derecho de los pueblos a definir sus
propias políticas y estrategias sostenibles de producción, distribución y
consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación
adecuada de toda la población, respetando sus culturas y la diversidad
de formas de producir, comercializar y administrar estos procesos.
4)
La agroecología como base para la sostenibilidad y la organización
social y productiva de la agricultura familiar y campesina, en oposición
al modelo del agronegocio. La agroecología es un modo de producir y
relacionarse en la agricultura, que preserva la biodiversidad, los
ecosistemas y el patrimonio genético, que produce alimentos saludables,
libres de transgénicos y agrotóxicos, que valoriza saberes y culturas de
los pueblos del campo, del agua y de los bosques y defiende la vida.
5)
La centralidad de la agricultura familiar y campesina y las formas
tradicionales de producción y su fortalecimiento por medio de políticas
públicas estructurantes, como el fomento y crédito subsidiado y
adecuado a las realidades, asistencia técnica basada en principios
agroecológicos, investigación que reconozca e incorpore los saberes
tradicionales , formación, especialmente de la juventud, incentivo de
la cooperación, agroindustrialización y comercialización.
6)
La necesidad de relaciones igualitarias, el reconocimiento y el respeto
mutuos, especialmente en relación a las mujeres, superando la división
sexual del trabajo y el poder patriarcal y combatiendo todos los tipos
de violencia.
7)
La soberanía energética como un derecho de los pueblos, lo que demanda
el control social sobre las fuentes, la producción y distribución de
energía, alterando el actual modelo energético brasileño.
8)
La educación rural, indígena y cimarrona como herramientas estratégicas
para la emancipación de los sujetos, que surgen de las experiencias de
lucha por el derecho a la educación y un proyecto político-pedagógico
vinculado a los intereses de la clase trabajadora. Ellas se contraponen a
la educación rural, que tiene como objetivo auxiliar un proyecto de
agricultura y sociedad subordinada a los intereses del capital, que
sufre la educación escolar para preparar mano de obra mínimamente
cualificada y barata y que esclaviza a los trabajadores en el sistema de
producción de monocultura.
9)
La necesidad de democratización de los medios de comunicación, hoy
concentrados en unas pocas familias y al servicio del proyecto
capitalista concentrador, que criminalizan a los movimientos s y
organizaciones sociales del campo, de las aguas y los bosques.
10)
La necesidad de reconocimiento por el Estado de los derechos de las
poblaciones afectadas por grandes proyectos, asegurando la consulta
libre, previa e informada y la reparación en los casos de violación de
los derechos.
Nos comprometemos:
1
- A fortalecer las organizaciones sociales e intensificar el proceso de
unidad entre los trabajadores y trabajadoras, los pueblos del campo, de
las aguas y los bosques, poniendo como centro la lucha de clases y el
enfrentamiento al enemigo común, el capital y su expresión actual en el
campo , el agro e hidronegocio.
2
-A ampliar las unidad en los próximos períodos, construyendo pautas
comunes y procesos unitarios de lucha por la realización de la reforma
agraria, por el reconocimiento, titulación, demarcación y retirar los
intrusos de las tierras indígenas, los territorios y las comunidades
tradicionales cimarrones, garantizando derechos territoriales, dignidad y
autonomía.
3
- A fortalecer la lucha por la reforma agraria como bandera unitaria de
los trabajadores y trabajadoras y de los pueblos del campo, de las
aguas y los bosques.
4
- A construir y fortalecer alianzas entre sujetos del campo y la
ciudad, a nivel nacionales e internacional, en estrategias de clase
contra el capital y en defensa de una sociedad justa, igualitaria,
solidaria y sostenible.
5
-A luchar por la transición agroecológica masiva, contra los
agrotóxicos, por la producción de alimentos saludables, por la soberanía
alimentaria, en defensa de la biodiversidad y las semillas.
6
- A construir una agenda común para rediscutir los criterios de
construcción, acceso, alcance, carácter y control social de las
políticas públicas, por ejemplo, del PRONAF, PNAE, PAA, PRONERA,
PRONACAMPO, investigación y extensión, entre otros, dirigidos a la
pueblos del campo, de las aguas y de los bosques.
7 - A fortalecer la lucha de las mujeres por derechos, por la igualdad y poner fin a la violencia.
8
- A ampliar el reconocimiento de la importancia estratégica de la
juventud en la dinámica del desarrollo y reproducción social de los
pueblos del campo, de las aguas y de los bosques.
9 - A luchar por cambios en el modelo actual de pautadoen los petro-dependientes, de alto consumo de energía.
10
- A combatir y denunciar la violencia y la impunidad en el campo y la
criminalización de los movimientos sociales y líderes, promovida por
agentes públicos y privados.
11
- A luchar por el reconocimiento de responsabilidad del Estado por la
muerte y desaparición de campesinos, así como los derechos de reparación
a sus familias, con la creación de una comisión campesina por amnistia,
memoria, verdad y justicia para incidir en los trabajos labor de la
Comisión Especial sobre muertos y desaparecidos políticos, viendo la
inclusión de todos los afectados por la represión.
Nosotros,
trabajadores y tabajadoras, pueblos del campo, de las aguas y de los
bosques exigimos la reorientación de las políticas y acciones del Estado
brasileño, porque el campo no soporta más. Seguiremos en marcha,
movilizados en unidad y lucha, y en el combate a nuestro enemigo
común, construiremos un País y una sociedad justa, solidaria y
sostenible
Brasilia, 22 de agosto de 2012.
Asociación de Casas Familiares Rurales (ARCAFAR)
Asociación de Mujeres de Brasil (AMB)
Asociación Brasileña de Reforma Agraria (ABRA)
Asociación Brasileña de Estudiantes de Silvicultura (ABEEF)
Articulación Nacional de Agroecología (ANA)
Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB)
Indígena Consejo Misionero (CIMI)
CARITAS brasileño
Coordinación Nacional de quilombolas (CONAQ)
Confederación Nacional de Trabajadores Agrícolas (CONTAG)
Comisión Pastoral de la Pesca (CPP)
Comisión Pastoral de la Tierra (CPT)
Central de Trabajadores de Brasil (CTB)
Central Unitaria de Trabajadores (CUT)
Federación de Estudiantes de Agricultura de Brasil (FEAB)
Federación de Trabajadores de la Agricultura Familiar (FETRAF)
FASE
Greenpeace
INESC
Marcha Mundial de las Mujeres (MMM)
Movimiento de Afectados por Represas
(MAB)
Movimiento Campesino Popular (MCP)
Movimiento de Mujeres Campesinas (MMC)
Movimiento de Mujeres Trabajadoras Rurales en el noreste (NE-MMTR)
Movimiento de los Pequeños Agricultores (MPA)
Movimiento de Pescadores y Oficios Marinas (MPP)
Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST)
Movimiento Interestatal de la Mujer babasú tuerca automáticos (MIQCB)
Oxfam Brasil
Pastoral Juvenil Rural (PJR)
Plataforma DhESCA
Cefas Network
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Investigación y el Desarrollo Agrícola (SINPAF)
Sinpró DF
Derecho a la Tierra
Unicafes
VIA CAMPESINA BRASIL
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