PROYECCIÓN DEL DOCUMENTAL: "DE LUTO VISTEN LOS
HÉROES"
En Doopler Bar Texcoco, miércoles 15 de agosto,
19:30
Entrada Libre
La emoción sacude los rostros de un puñado de jóvenes mexicanos, estudiantes
ellos, sensibles ellos, preocupados el...
los,
investigadores de la realidad ellos, todo corazón ellos. Les interesa su patria
y la otra patria, la patria grande, la América nuestra. Estos estudiantes saben
que nuestra historia toda es una sola; que la otredad es mera invención,
embuste, entelequia de los opresores.
Y estos
jóvenes que se conmueven hasta las lágrimas ante cualquier desigualdad,
intensos los ojos, intensos los deseos justicieros, intensas las ansias
juveniles, acuden intensos al hermano país de Ecuador, a la cintura del mundo.
Asisten al II Congreso Continental Bolivariano, donde confluyen muchas patrias
que son una misma, donde concurren muchos otros igual a ellos que ven en la
lucha la razón de su vida, que aman la vida sobre todas las cosas y que la vida
para ellos no es otra cosa que la lucha en contra de las iniquidades y contra
las injusticias. Cinco corazones mexicanos se desprendieron de Quito para
profundizar en el conocimiento de la realidad latinoamericana, fueron invitados
a realizar entrevistas en un campamento provisional de las FARC en la frontera
de Ecuador con Colombia.
Jamás
imaginaron los estudiosos universitarios aztecas que esa noche pagarían tributo
a sus ideales libertarios en la forma más artera pues, junto con una veintena
de guerrilleros farquistas, fueron rematados por comandos especiales del
ejército colombiano. Según analistas políticos, la Operación Fénix del primero
de marzo del 2008 fue brutalmente consumada gracias a la intervención
norteamericana y a traidores infiltrados en las FARC. Solo tres mujeres
sobrevivieron a la masacre. Entre ellas una brillante estudiante mexicana:
Lucia Andrea Morett Álvarez.
Pero,
¿Quiénes son, quienes fueron estos universitarios masacrados en Ecuador?, ¿Son
guerrilleros, terroristas, objetos manipulables?, ¿Quiénes son?, jóvenes cuya
gloria y humanidad no cabe en sus cuerpos, comprometidos con su pueblo, con su
gente, con ellos mismos... la única sobreviviente mexicana ofrece una respuesta
clara y contundente.
Los
familiares de los estudiantes masacrados, después de recibir un trato digno y
solidario de parte de la prensa, opinión pública y gobierno ecuatorianos,
llegan finalmente a nuestro país con inenarrable dolor a cuestas y con las
cenizas de sus queridísimos seres. Y esta prensa que en manadas atropella para
mostrar la dizque "realidad" de los hechos, sólo revela en los
noticieros más enajenantes todo el amarilloso líquido de la desverguenza y el
descaro en cinco segundos que les merece la noticia.
Los
padres de los universitarios deploran la actitud de linchamiento de la prensa y
televisión mexicanas, que hace de cualquier tragedia espectáculo para
retrasados mentales y acusan al gobierno mexicano de entreguista y
colaboracionista de Bush, y se disponen con dolor, coraje y dignidad a seguir
la lucha de sus hijos hasta las últimas consecuencias.
Verónica
Velázquez, Juan González, Fernando Franco, Soren Avilés, Andrea Morett ¿Héroes
o villanos? ni uno ni lo otro, simplemente jóvenes comprometidos con su
realidad, sensibles como todos los rebeldes y revolucionarios, jóvenes que
desprecian la sociedad de clases, abominan de la injuria y la cobardía, van al
encuentro de la equidad y no esconden su amor por los pobres. Ni héroes ni
villanos, en todo caso, murieron como individuos conscientes de lo que hacían,
con ideales, esperanzas y convicciones, con toda la pasta del hombre nuevo.
Andrea Morett, la sobreviviente, sabrá responder con decoro y orgullo a las
infamias que sobre ella y sus compañeros caídos ha desplegado una opinión
pública bárbara y desinformada.
De cualquier
forma, "DE LUTO VISTEN LOS HÉROES".
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