De la Independencia y de Televisa.
Mi afición por la historia, mi amor por México y mi curiosidad, me hicieron caer en la tentación, me receté la síntesis y un poco mas, del programa conmemorativo de televisa “Gritos de Sangre y Libertad”, quise verlo desde el mismo punto de vista que me hizo sentarme frente a la televisión: sin querer analizar, simplemente un programa para entretenerme en el cual se verían narrados los episodios que nos fueron enseñados en la primaria, que hemos repasado a través de la vida y que sobre todo en estos tiempos nos hemos visto obligados gustosamente a releer.
Esperábamos, claro, que se tomaran licencias cursis donde dieran importancia ridícula a alguna relación de veracidad incierta, esperábamos el pronunciamiento de diálogos que naturalmente nunca se dieron, tal vez, esperábamos que se trivializara en demasía la gesta por la independencia, sin embargo, no sospechábamos lo que nos topamos: En su eterna búsqueda por manipular al pueblo, el gobierno nos está arrebatando a nuestros héroes.
¿Por qué? ¿Cómo? Preguntaría un incrédulo, EL COMO: Se hace un especial énfasis en que el objetivo real de la independencia, no era en lo mas mínimo el beneficio para el pueblo, no, la verdadera ambición correspondía a los Criollos quienes no tenían tantos derechos en la Nueva España , como los peninsulares que se habían tomado la molestia de viajar desde la Madre patria; Ya sabíamos que ese fue el origen de las ideas libertarias, pero es la forma tan descarada y sin darle un poco de oportunidad a los pensadores originales,- como fueron Primo de Verdad y Azcarate- a defenderse, lo que llama la atención, ya que los pintan como una gavilla de sediciosos y ambiciosos conspiradores, que se verían inmediatamente beneficiados con la autonomía de la Nueva España.
Igual sucede con la figura de nada menos que del Padre de la Patria , Don Miguel Hidalgo; se sabía con algo de certidumbre, que era un hombre alegre y muy aficionado a las fiestas y tertulias, se menciona en los rincones de las bibliotecas que incluso podría haber sido dado a los escarceos con algunas mujeres de sociedad, en resumen, es conocido que no era precisamente un santo, ni seguía a pie juntillas lo que le establecía la tradición y el reglamento de su investidura sacerdotal, sin embargo es de conocimiento general, su valor y la pasión que tuvo que haber impreso en la causa, de otra manera no se podría entender siquiera el porqué fue seguido no sólo por el pueblo compuesto de indígenas y mestizos pobres, sino por intelectuales y militares de alto rango como lo fueron Allende, Aldama y muchos otros; pues en el citado programa televisivo, nos plasman una pintura muy diferente: un Hidalgo vanidoso, egoísta y timorato resulta que fue quien inició la lucha que nos dio patria.
De entrada, la escena del grito, que para todos los mexicanos, nos es tan simbólica y representativa, es realmente minimizada, la pintan como un acto frio e improvisado , como una junta de oficina que se perdió de control, no despierta sentimiento alguno como se esperaría de no sólo del momento sino el hecho de que hayan sido contratados excelentes actores para el show, y hago hincapié en la calidad actoral porque no quiero dejar pensar que Alejandro Tomassi, quien encarna a Miguel Hidalgo, haya hecho mal su trabajo, no, lo hizo a la perfección, cumplió a carta cabal las ordenes que le dieron, por que después vemos a un hidalgo burocrático y distante en la toma de Guanajuato y posteriormente a otro dudoso ante la posibilidad de la toma de la Ciudad de México, para finalizar con un Hidalgo excesivamente nervioso, dejando entrever la cobardía ante la idea de morir fusilado: tembloroso, incoherente , si, era un ser humano, pero hay que recordar que los héroes están hechos de ese ingrediente extra, además fuera verdad o mentira, no es normal que el gobierno se empeñe en demostrar tal lado débil de Hidalgo, quien dicho sea de paso es nuestro máximo Héroe.
Por otra parte, el show televisivo nos presenta una imagen muy diferente del Morelos sereno y gran estratega que conocemos a través de los textos históricos, existen varias crónicas que nos permiten conocerlo como un hombre alegre, bondadoso que incluso hubo quien no se atrevió a asesinarlo por esa misma característica, sin embargo, en los primeros minutos en donde aparece el personaje, en cierto momento del sitio de Cuautla, lo retratan dando órdenes sin ton ni son, y entre ellas como si ordenara que le ensillaran el caballo, ordenó: “A los prisioneros pásenlos por cuchillo” esto sin cambiar la menor inflexión en la voz, es obvio que sin importar los momentos , ni el más cruel de los tiranos da una orden de esa naturaleza, sin mínimo justificar su decisión, no se tomaron la molestia de mencionar que sería para dar un escarmiento o por seguridad, nada, simplemente al siervo de la nación se le atribuyen otro tipo de “cualidades” que actualmente le serían muy útiles como jefe de sicarios en algún lugar de Chihuahua o Tamaulipas, así mismo con la misma tendencia, durante el sostenimiento del sitio de Cuautla, Jamás demuestra algún tipo de preocupación por su gente, de hecho son sus subalternos quienes le hacen ver las vicisitudes por las que pasan tanto su gente como los habitantes de Cuautla.
Eso fue el “Como”, el PORQUÉ es más perverso aún, desde nuestra mas tierna infancia se nos han ponderado la valía y el coraje de nuestros héroes incluso de los que no lo fueron tanto, sin embargo , existía una especie de paz forzada, un conformismo derivado de los hechos del 68, que llevaba a la población a vivir en una especie de marasmo, podíamos ver toda la violencia en la televisión sin que ello nos hiciera desearla, las instituciones no corrían peligro alguno, el ambiente era de miedo hacia la represión gubernamental, nos podían describir las gestas heroicas con un tremendo énfasis patriótico sabiendo que al hacerlo daban también realce a las instituciones, además del ya mencionado sopor que vivía el pueblo, ahora, ahora los tiempos son diferentes, entre la inseguridad pública , la dolorosa hambruna y el circo electoral, vivimos permanentemente al borde de la ebullición, a pesar de que la represión sigue presente en todos los niveles de gobierno, al pueblo le importa cada vez menos, el descontento aumenta día con día, y al Estado le preocupa cada vez más, pero no le preocupa el como satisfacer las necesidades de los habitantes del país, sino como mantenerlos quietos y temerosos, y programas de televisión como el mencionado, son herramientas creadas ex profeso para ello.
Al desmitificar a los próceres de la patria, nos están diciendo: “Los héroes no existen” “no intentes ser uno de ellos”, al retratar exclusivamente los momentos más trágicos de las escaramuzas, el consejo es simple: “los levantamientos no dejan nada bueno” , “No te reveles” y al dejar ver las horribles muertes que sufrieron los padres de la patria, el mensaje se torna en amenaza.
No somos ajenos al hecho, de que las dos principales televisoras del País, cumplen con la función de ser el órgano de información selectiva de la actual administración gubernamental, sólo esperemos que la mayoría de los televidentes tengan ojos y oídos igualmente selectivos para esta forma de manipulación hacia nuestras mentes.
De los que Luchan, y sobre todo de los que no pueden luchar.
Alejandro Alcocer Herrera.
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