Llegamos a esta decisión porque consideramos que es distinto acusar que defendernos de una acusación, donde son ellos quienes nos ponen en la situación de defendernos por medio de sus herramientas legales (aunque siempre exista la posibilidad de no reconocerles ninguna autoridad para decidir sobre nosotros, y evidenciar que sólo lo hacen a través de la fuerza y la violencia de sus instituciones).
Desde nuestra visión de la lucha, si nos obligan a entrar a los tribunales elegimos que sea como acusados, como imputados, como enemigos; no como denunciantes, como seres indefensos frente a su pretendida omnipotencia. No vamos a sentarnos en las mismas salas donde se condena (a la tortura del encierro y la muerte en el olvido detrás de los muros) a los pobres, a los luchadores, los rebeldes y los explotados a reclamar que el sistema judicial resuelva sus contradicciones. Preferimos visibilizarlas por medio de la propaganda, la agitación y la lucha acorde a nuestras posibilidades sin ubicarnos dentro de su legalidad. No queremos ni respetamos derechos o leyes por encima de nosotros. Apostamos a nuestras fuerzas y la de nuestros compañeros, y la de todos aquellos con quienes nos reconocemos en la misma lucha.
Queremos eliminar de nuestra mente y nuestra práctica la noción de castigo, y vislumbrar una justicia que nada tiene que ver con leyes, policías, jueces, fiscales o cárceles, y la mentalidad y relaciones que estos generan.
De ninguna manera desmerecemos ni despreciamos la lucha que llevan adelante los compañeros que apoyan y se solidarizan en el terreno legal con las personas y compañeros reprimidos, torturados, asesinados, encarcelados o perseguidos por el Estado y sus instituciones. Su constancia y firmeza contra la represión inherente a cualquier Estado y Gobierno son un ejemplo de lucha, sencillamente, elegimos encarar esta situación desde nuestras posibilidades y en coherencia con nuestra visión y nuestros valores, comprendiendo lo que esto implica.
No nos alcanza ni queremos que algún policía o responsable político termine tras las rejas. Queremos que las cárceles, la policía, los tribunales y los jueces; el Estado, el Capital y todos los que sirven a su dominación dejen de existir; por lo que apostamos a la autonomía, afirmando la libertad, negando la autoridad.
Biblioteca Los Libros de la Esquina
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