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Anticapitalistas en la Otra
Anticapitalistas en la Sexta es un espacio de discusión y organización política de carácter anticapitalista e internacionalista, que busca enlazar las luchas y fortalecer la unidad de las y los trabajadoras de la Ciudad, el Campo, el Mar y el Aire, y del resto de l@s explotad@s por el sistema capitalista para avanzar en la construcción de un Programa Nacional de Lucha y su Plan de Insurrección. Como segundo propósito buscamos difundir las luchas, denuncias y actividades de los adherentes a La Sexta en el país y el mundo, y también de todos aquellos que que sin ser parte de La Sexta se encuentren abajo y a la izquierda.
Video del mes:
Palabras del mes:
Es preciso no olvidar que en virtud y por efecto de la solidaridad del proletariado, la emancipación del obrero no puede lograrse si no se realiza a la vez la liberación del campesino.
De no ser así, la burguesía podría poner estas dos fuerzas, la una frente a la otra, y aprovecharse, por ejemplo, de la ignorancia de los campesinos para combatir y refrenar los justos impulsos de los trabajadores citadinos; del mismo modo que, si el caso se ofrece, podrá utilizar a los obreros poco conscientes y lanzarlos contra sus hermanos del campo.
CARTA DE EMILIANO ZAPATA A GENARO AMEZCUA
Tlaltizapán, Febrero 14, 1918
Canción La Otra Obrera
domingo, 9 de enero de 2011
La Revolución cubana se mueve críticamente sobre sí misma
Enviado por Marta Piña
En 2011 se cumplirán 30 años de mi primera visita a Cuba. Ya yo trabajaba en Brasil el método de Paulo Freire. Quería traer a Cuba esa contribución, estaba convencido de la importancia política de la metodología de la educación popular. Cuando llegué, había prejuicios no solo hacia esta metodología, sino también hacia la figura de Freire. Su primer libro había causado cierto recelo entre los compañeros del Partido Comunista de Cuba. Un marxista cristiano, sonaba entonces contradictorio: el marxismo era considerado una fe y uno no podía tener dos.
Entonces propuse en La Habana un Encuentro Latinoamericano de Educación Popular. Los cubanos prepararon todo; pero en el encuentro no hubo ni un cubano. Dos años después, logré que Casa de las Américas organizara un segundo encuentro. Varios cubanos fueron como meros asistentes, decían que en Cuba todo era educación popular y no había necesidad de tener un equipo para eso. En el tercer encuentro, ya la participación cubana fue activa. Así surgió el equipo del Centro Martin Luther King.
Pero Paulo Freire no es el primer latinoamericano en hablar de esa metodología. Para hacer justicia con la historia, el primero que practicó educación popular fue José Martí. Martí decía que había que llevar los maestros a los campos. Y con ellos, la ternura que hace falta a los hombres. Seguramente el Che había leído esa frase cuando dijo que había que endurecerse, pero sin perder la ternura. Para Martí, “popular” no lo era en el sentido de pobre, sino de pueblo. La distinción rígida que se aplicaba en Europa entre clase obrera y burguesía, no se aplicaba a América Latina. La lucha aquí era entre aquellos que luchaban por la justicia y aquellos que intentaban mantener la injusticia. Todo no se explica por origen de clase. Si todos los pobres fueran revolucionarios, no habría capitalismo en América Latina.
Quizá ustedes no sepan que es un hecho biológico que las águilas pueden vivir 70 años como máximo. Pero cuando llegan a los 30 o 40, propenden a la muerte porque sus garras y su pico ya no son fuertes para destrozar las carnes con que se alimentan. Y cuando sienten que pueden morir, vuelan hacia lo alto de una montaña y se arrancan las garras y el pico. Esperan meses allí, hasta que les vuelven a salir. Así viven otros 30 o 40 años más. Hoy, el águila es Cuba. Lo digo porque acabo de leer los Lineamientos para el VI Congreso del Partido Comunista: la Revolución Cubana tiene la capacidad de moverse críticamente sobre sí misma para salir adelante. Sus redes de educación popular tienen mucha importancia en eso.
Asistí muy de cerca al desplome del Muro (de Berlín) y hoy muchos se preguntan: ¿cómo es posible que luego de 70 años de socialismo, Rusia sea un país conocido por la extrema corrupción? Algo no funcionó: el socialismo cometió allí el error de construir una casa nueva, pero no supo hacer nuevos habitantes. Hombres y mujeres nuevos no se hacen automáticamente. Quienes nacen en una sociedad socialista, no nacen necesariamente socialistas. Todo bebé es un capitalista ejemplar: solo piensa en sí mismo.
El socialismo es el nombre político del amor. Y el amor es una producción cultural. Su objetivo final es crear una comunidad amorosa entre sí y con el mundo. A veces olvidamos un principio marxista. Yo, fraile, he sido profesor de marxismo y no es la única contradicción de mi vida. El ser humano no es mecánico. Hay dos cosas que no pueden preverse matemáticamente: el movimiento de los átomos y el comportamiento humano. El trabajo político debe ir hacia cada uno de los hombres. Por eso la Revolución Cubana resiste, porque no es una peluca que va de arriba hacia abajo, sino un cabello que crece de abajo hacia arriba. Aquí hubo una revolución de carácter eminentemente popular. La victoria estratégica, de Fidel, no habla de educación popular; pero se hizo.
Termino con una parábola: había un hombre muy formado ideológicamente, poderoso en su sistema; pero muy infeliz. Salió por el mundo en la búsqueda de la felicidad. Llegó a un país árabe -donde se dan siempre las buenas leyendas- y quiso comprarla en sus mercados. Le dijeron que esa mercancía no existía, pero por un joven supo de una tienda en el desierto donde podía encontrarla. Salió en su caravana de camellos, atravesó el desierto y vio la tienda, con un cartel que decía: “aquí se encuentra la felicidad”. Le dijo a la vendedora: “démela, cuánto cuesta”. Y ella respondió: “no, señor, aquí no vendemos felicidad, aquí la damos gratuitamente”. Y le trajo una pequeña caja de fósforos con tres semillas pequeñas: la semilla de la solidaridad, la de la generosidad y la del compañerismo. “Cultívela -le dijo- y será feliz”.
Muchas gracias.
*Versión de las palabras pronunciadas por Frei Betto en el contexto del IV Encuentro Nacional de educadoras y educadores populares, en La Habana, el 10 de noviembre de 2010. Tomado de La Jiribilla
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