Una reflexión:
El producto del trabajo, el territorio, la tierra y los recursos naturales, la riqueza toda la quieren los señores del dinero, los que se sienten dueños del mundo; Los herederos de los traficantes de esclavos e invasores de todos los tiempos. Se sirven del clero y los políticos, contratan mercenarios y sicarios para formar sus ejércitos y policías.
Fabrican armas, conflictos y muertos; Son sus mejores y más jugosos negocios.
En todo México la justicia es omisa e indolente, brilla por su ausencia; Los ministros de la suprema corte de justicia son los mejor pagados de la burocracia en el mundo.
Los legisladores nunca han avanzado en leyes que permitan la participación ciudadana en Consulta publica como plebiscito y referéndum, revocación de mandato e iniciativa ficta, así como para exigir rendición de cuenta.
Los poderes ejecutivos son impunes en el ejercicio de los dineros públicos, de ahí el enriquecimiento de todos los políticos.
“La clase política mexicana" solo se sirve a ella misma. La guerra de la clase dominante (burgueses y políticos), la actual y la de siempre, ha sido contra el pueblo y sus formas y maneras de organizarse.
Nos quieren sumisos, pasivos, callados y esclavos; La miseria y la marginación para El Pueblo. La Represión, las cárceles y la muerte para Los que Luchan.
Solo nos queda aprender a organizarnos sin líderes ni dirigentes, aprendamos de la experiencia; Unos se venden, a otros los amenazan y se atemorizan, a otros los encarcelan, los desaparecen y los matan.
Nuestras únicas armas: La razón, La necesidad, La unión, La fraternidad, La Solidaridad, La reflexión…
La lucha es desde abajo y a la izquierda
La lucha es Anti-Capitalista.
--
Colectivo "Lo de menos"
Miguel Gomez Beltran
Desde La otra Colima
Del Mexico de abajo
Sigue lo que sigue...
La otra va...
Otra reflexión:
Para el caso concreto del estado de Chihuahua y lo que ha traído consigo la política de "la guerra contra el narco", implementada por el gobierno federal (2006) y recién ratificada por el gobierno del estado (2010) a través de la Fiscalía General (antes Procuraduría General de Justicia del Estado), ha sido el asesinato de cerca de 4,000 personas vinculadas al crimen organizado o victimas de éste, lo que constituye más del 70% de los homicidios perpetrados en el estado y cerca del 30% del total de homicidios a nivel nacional (15,273) tan solo durante el año pasado, de éstos el asesinato de Rubí Marisol Frayre Escobedo, y lo develado luego del artero homicidio de Marisol Escobedo, madre de Rubí, demuestra abiertamente la inviabilidad tanto del nuevo sistema de justicia penal estatal como de las reformas en general que se le han venido imponiendo al aparato policiaco, facilitando que se dé la usurpación de funciones policiacas por parte del ejército federal, la toma de infraestructura policial por parte del mismo, hasta la creación de una policía estatal de mando único inoperante debido al alto incide de corrupción a su interior.
En el caso del nuevo sistema de justicia penal se observa que existe un abismo infranqueable entre las dos hermanas hijas de todo sistema judicial: la procuración de justicia y la impartición de justicia. Este abismo lo observamos claramente en el caso de Rubí, en el que pareciera más probable que los funcionarios públicos encargados de implementar dicho sistema, con todo y sus "innovaciones", sean eximidos de toda responsabilidad por el hecho concreto de no haber contado con pruebas lo suficientemente contundentes para determinar la responsabilidad directa de Sergio Barraza, asesino de Rubí, lo que expone la fuga o falta de escrutinio por parte del Ministerio Público encargado de integrar el expediente del caso en cuestión y con ello allegarle a los juzgadores la información pertinente para determinar
En este sentido, las familias afectadas por la violencia organizada desde el narcotráfico y de la cual es responsable el gobierno federal demandan, por una parte al MP, la detención de los responsables de la perdida de sus seres queridos, por otra parte al Supremo Tribunal de Justicia, que las condenas por purgar correspondan al delito cometido, es decir, lo que le están exigiendo al Estado, como supuesto garante de los derechos de los ciudadanos, es que la policía única encuentre, detenga y presente ante la fiscalía a los responsables y que acompañado de ello los ministeriales integren adecuadamente los expedientes para que los jueces y magistrados cuenten con los recursos probatorios que les permitan impartir justicia y con ello evitar que se genere un conflicto al interior de las instancias del Derecho al momento de resolver cualquier controversia.
Así desde la perspectiva del ciudadano afectado -directa o indirectamente- por esta vergonzosa situación, la relación entre la procuración de justicia y la impartición de la misma se resume en términos simples y llanos: corrupción e impunidad. Pero también, toda y cada una de las contradicciones, huecos y deficiencias del modelo de sistema judicial son identificadas con sujetos concretos que son señalados como responsables de las pifias del propio sistema.
Y bien, como sabemos por medio de los conceptos o términos los seres humanos expresamos ideas abstractas y sintetizadas con el fin de dar a entender todo un conjunto de elementos que conforman una situación o acontecimiento concreto ocurrido en un momento particular de la historia como serían los términos de juvenicidio, feminicidio o narco como élite de poder que expresan la situación actual por la que atraviesa la sociedad Chihuahuense, es por ello, que cuando desde aquí se afirma que el nuevo sistema de justicia pernal y la policía de mando único no son la respuesta a la que el gobierno federal pueda asirse como estrategia en la “guerra contra el crimen organizado", debido a la profunda corrupción y a la impunidad propiciada desde los mismos procedimientos judiciales, dicha afirmación parte de una situación concreta, verificable, objetiva, no son palabras carentes de realidad alguna o alejada de ésta, es resultado de la imposición de una élite de poder más: el narco.
Por todo ello, el que Calderón inste a que los jueces y magistrados dejen de ser meros verificadores del debido proceso y de la debida integración del expediente judicial (sic), más que hacer un llamado a éstos para que se salten las propias normas procesales e impartir un tipo de "justicia moral" y no con base en la certeza jurídica del debido proceso, a lo que está llamando es a caer en la ilegalidad y en la violación a la autonomía del poder judicial y de los estados respecto del ejecutivo (si es que esto existe), sin embargo, esta urgencia no es más que una maraña discursiva de ideas falsas y acciones inoperantes: demagogia pura, es decir degeneración con la que los políticos del gobierno, por medio de concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de mantener el poder (DRAE).
De esta manera observemos también las declaraciones de los funcionarios estatales, tanto de la Fiscalía General , como del titular del gobierno estatal, Cesar Duarte. Por un lado, el fiscal general intenta que el clima de violencia no se le salga de las manos, al menos en el discurso, mientras que, por el lado del gobernador estatal, este desatiende los llamados que en su momento le hiciera Marisela y disiente abiertamente con la acción simbólica que ciudadanos organizados y no-organizados han emprendido ante el Palacio de gobierno y ordena retirar las veladoras que señalan precisamente la corrupción e impunidad de ese sistema incapaz de dar seguridad a los ciudadanos. Sin embargo, la indignación no se hace esperar y nuevas veladoras son colocadas nuevamente en el lugar del que fueron retiradas.
Ahora, tratando de ampliar el análisis respecto a la administración de la justicia desde la perspectiva del Estado, ubiquemos las conexiones entre el caso concreto del asesinato de Rubí, sucedido hace 2 años en el norte mexicano, y el de Acteal, sucedido hace 13 años en el sureste mexicano. Por un lado, encontramos que ambos sucesos se dieron en un clima de violencia armada con participación de sujetos involucrados a la élite de poder que ha despuntado en las últimas décadas y de grupos paramilitares auspiciados por los gobiernos federal y estatal de Chiapaz desde el sexenio de Salinas hasta la fecha, por otro lado, en el caso de Acteal, y el argumento tanto de los jueces del Supremo Tribunal de Justicia de Chihuahua, siguiendo los procedimientos del nuevo sistema de justicia penal, y los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación , en base a los procedimientos de apelación de la sentencia ante la última instancia procesal, argumentaron en favor de los agresores -de una joven chihuahuense en el caso de Rubí y de 45 indígenas en el caso de Acteal- que las pruebas contenidas en los legajos correspondientes a los expedientes judiciales de cada uno de los casos no aportaban los elementos pertinentes suficientes para determinar la responsabilidad de los inculpados y por ello éstos fueron dejados en libertad. En ambos casos la respuesta tanto de los deudos como de la sociedad no se dejó esperar condenando las resoluciones a las que los jueces del STJE y magistrados de la SCJN habían llegado: abiertas manifestaciones a nivel estatal, nacional e internacional recorren hoy en día el mundo.
Por último, y cansados de tocar puertas (y portones) que no se abren o se abren solo al momento en que dejamos de exigir y pasamos a negociar para perder lo ganado y vivir de paliativos, habemos quienes estamos convencidos que las puertas a las que hemos de acudir para la resolución de nuestras tantas problemáticas no existen, por ello habrá que concurrir a la construcción de las mismas.
En este sentido, lo que se intenta decir es que si seguimos dedicándole la mayoría de nuestras fuerzas a tocar puertas que de antemano sabemos se encuentran cerradas para nosotros corremos el riesgo de extinguir nuestra fuerza organizada y entonces sí, a ver quién nos saca del atolladero en el que nos han puesto, porque una cosa es que políticamente asumamos una posición de franca denuncia y otra muy distinta el pensar y actuar en torno a las mínimas posibilidades de ser tomados en cuenta o atendidos por los malos gobiernos. Y se dice que nos han puesto en esta situación porque distraídos con las agendas de la real politik como hemos estado nos hemos privado a nosotros mismos el derecho de decidir el rumbo que queremos tomar, el destino que nos hemos de forjar, y se le ha dejado a otros, los de arriba, que decidan por nosotros, los de abajo. En épocas como la que estamos atravesando hoy en día –en el que el reino de las necesidades se superpone al reino de la política- dejan al descubierto que el Estado, o sea los gobiernos y los partidos políticos, obedece al interés y voluntad de las élites del poder fáctico, los hombres del dinero, al capital, a la economía de mercado mundial, a la muerte, y si aún no lo entendemos así sólo miremos a nuestro alrededor. Sobre esto alguien dijo alguna vez que: “la explotación es la renuncia del obrero al control sobre su poder creador” (sic). ¿O qué, ahora debemos perfilarnos hacia el 2012 para incrementar nuestras posibilidades de cambiar el mudo pactando alianzas con los de arriba? Hay quien dice que la correlación de fuerzas ya está a nuestro favor, sólo hagámoslo visible. El bloque histórico debe ser determinado por los de abajo y no condicionado por los intereses y voluntad de las actuales élites de poder.
Pues bien, una frase que pudiera resumir los actuales sentimientos de la nación sería: ¡Viva la vida, muera la muerte!
Saludos desde Chihuahua
¡Contra el despojo, la MOVILIZACIÓN!
¡Contra la represión, la SOLIDARIDAD!
¡Contra la explotación, la LIBERACIÓN!
¡Contra el capitalismo, LA DIGNA RABIA!
La Otra ciudad de Chihuahua
No hay comentarios:
Publicar un comentario