Conocida por sus financiamientos de enganches bajos, donde no se requieren altos ingresos, ni aval, esta empresa japonesa tiene su mejor esperanza en que los clientes no puedan pagar, para embargarles el automóvil y quedarse con el enganche más las mensualidades abonadas al crédito, dejándolos en la calle con deudas que duplican y triplican el costo del automóvil debido a los intereses y a la imposición de seguros que fácilmente se hacen inaplicables, y por el cobro de honorarios para todos los abogados que se dan a la tarea de consumar el robo, es decir, ¡le cobran al cliente por cobrarle!, o mejor dicho, por robarle. Más aún, recuperan el valor del auto con el seguro de crédito contra clientes morosos, seguro que ¡lo paga el mismo cliente! Así que la empresa no pierde por ningún motivo. Todo es ganancia y cero riesgos. ¿Cómo justifican ahora los capitalistas la explotación de los trabajadores en base a los riesgos de sus inversiones? Ni siquiera hay tales riesgos.
En un crédito a 60 meses, basta un retraso de tres meses para que ya no tengas escapatoria. Día tras día, a todas horas, los clientes morosos son acosados por la empresa Toyota y por sus despachos jurídicos para obligar al cliente a entregarlo todo. Lo persiguen a su casa, a su trabajo o a donde se encuentre, procuran humillarle ante los demás, le amenazan que viene un embargo sin que en verdad haya un juicio legal, y no le dan oportunidad de recuperarse en sus adeudos. Sólo le ofrecen tres opciones: liquidar todo el adeudo en un solo pago, entregar el vehículo a la empresa, o en su defecto, el embargo del auto, que significa permanecer con el adeudo, según le dicen al cliente para que todo se reduzca a una sola opción: entregar el vehículo voluntariamente. Esa es su gran negociación y trato “amable” de Toyota. De esta manera, sus mayores ganancias provienen de los clientes que tienen menos dinero y que en verdad han trabajado para conseguirlo. Cada día los mexicanos tenemos que trabajar más y más para pagar esos créditos en esta finca globalizada donde no hay escapatoria; somos explotados por un sistema basado en la deuda, la represión y el miedo, el despojo y el desprecio.
¿Que nos queda a los ciudadanos, acosados así por todos lados? Acosados y extorsionados por el narcotráfico, por el gobierno, por los policías, por el ejército, por los paramilitares, acosados por los bancos y por cualquier otra empresa transnacional que tiene enganchada a toda la población, sin otra salida que acudir al crédito para satisfacer las necesidades y poder sobrevivir. Todos le roban al pueblo mexicano. Éste es el modelo de sociedad que nuestros gobernantes han diseñado para beneficio de los grandes capitalistas. Éstas son las leyes que siempre protegen al poderoso y se ensañan con los pobres. De esta forma, la empresa Toyota cuenta con todos los permisos para venir a robarle a los mexicanos, cuenta con un gobierno “de empresarios y para empresarios” siempre a favor del extranjero.
No tenemos otra salida que unirnos y organizarnos para enfrentar con fuerza a los capitalistas que nos roban, para cambiar nuestra forma de gobierno y construir otro país donde los mexicanos podamos vivir con dignidad. El primer paso es la desobediencia civil. Si ya has caído en esta situación de deuda, si las empresas te acosan, si están buscando embargarte o ya te embargaron, si ya no aguantas el pago de los créditos… no pagues más, organízate y lucha. Vamos por la expropiación de las empresas transnacionales. Vamos por la liberación de todas las deudas. Vamos por la liberación de la deuda externa.
“Si nos tocan a uno, nos tocan a todos”
MOVIMIENTO NACIONAL POR LA LIBERACIÓN DE LAS DEUDAS
México
ATENCIÓN.- Envíanos por este medio (Movimiento Nacional por la Liberación de las Deudas: porlaliberaciondelasdeudas@gmail.com) cuál es tu problema, qué debes y quién te acosa, para que vayamos identificando quiénes somos los explotados y quiénes nuestros enemigos, para organizarnos y acabar con ellos. Pronto entraremos en contacto contigo. Formemos juntos este gran Movimiento Nacional por la Liberación de las Deudas, al que se están sumando rápidamente diversos individuos y colectivos, organizaciones civiles y de derechos humanos, zapatistas, campesinos e indígenas, obreros, profesionistas y amas de casa, incluso de otros países. Un puñado de capitalistas no podrá derrotar a todo un pueblo.
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