Ahora, a luchar, kaminando contra la muerte.

Camarada, Amigo Hermano:

La tristeza que nunca se borra por la pérdida de un familiar cercano, en situación tan desgarradora, sólo se amaina con la lucha, una lucha en la que tuve el honor de participar este día al lado de viejos y nuevos camaradas, las Kaminatas contra la muerte que se están volviendo una tradición de fuerza y valor, y que se encuentran en franco crecimiento en la ciudad de Chihuahua, nos muestran que existe una luz de esperanza para creer que podemos terminar con esta ola de sangre y dolor que ahogan a nuestras tierras.

Por diversas cuestiones no me había sido posible participar en las primeras cuatro, mi ausencia en la quinta, como un sarcasmo de la vida, obedeció precisamente a la razón de su origen: la muerte de nuestra gente, me encontraba en las exequias de mi sobrino asesinado, sin embargo no podía faltar a esta, llegué retrasado pero no tarde, ahí estuve en compañía de los camaradas que valientemente tratan de detener esta matanza, que ya no es posible llamarla guerra.

Las palabras y consignas, aún que hablaban de todas las víctimas, egoístamente, las absorbí para mi, mas de uno quiso aprovechar para brindarme palabras de condolencia, pero no era necesario, los hechos hablan por sí solos, y de igual manera mi agradecimiento lo traduzco en hechos.

Lo anterior no me exime de mi deber de agradecer a todas las personas que a través del correo electrónico o de las redes sociales le brindaron a mi familia esas palabras de aliento tan necesarias: 1,2,3; estos números tienen un significado especial ya que fueron 123 mensajes de apoyo recibidos desde los fatídicos hechos, razón por la que entenderán la imposibilidad de hacer agradecimientos personales, aún así gracias a todos los que se tomaron el tiempo para hacerlo y especialmente a quienes entienden que las razones que nos están quitando a nuestros ciudadanos, nada tienen que ver con malas decisiones o factores familiares, sino a esta fumigación hecha por entes poderosos y desalmados que se esconden tras el escudo de la impunidad.

Continuaré con esta lucha, y lo haré sin reservarme nada para el secreto, como abogado, no creo en vendettas ni revanchismos, sino en soluciones, como ser humano, soy ilógico e imprudente y no creo en las soluciones fáciles, por lo que creo al igual que las personas que me permitieron acompañarles el día de hoy, que no podemos terminar estas marchas hasta que dejemos de limpiar la sangre de nuestra gente de las calles, hasta que podamos salir como antes a caminar de la mano de los nuestros sin miedo a que una bala nos alcance.

Aún que la razón sea por demás triste, es motivo de orgullo que hoy hayan dado comienzo en mi tierra, Ciudad Juárez, estas KAMINATAS, estoy seguro que tendrán al igual que aquí, un crecimiento positivo, y estoy también seguro, que serán estas marchas y actividades similares lo que en un futuro muy cercano, nos darán el resultado tan anhelado: LA PAZ.

DE TODOS:

Alejandro Alcocer Herrera