porque he marchado a su lado
porque su empeño, alegría y entrega
han despertado en mi, nuevas esperanzas.
Porque hemos reído y soñado juntos,
también hemos sentido la indiferencia del poder.
Porque hemos hecho del toldo, la banqueta y la asamblea
la verdadera comunión.
Porque ni la lluvia, ni el silencio
han podido apagar la dignidad.
Porque tu ejemplo, me inspira y me obliga a ser firme y no ceder.
Porque sé, que pese a que el tiempo pase y el cansancio llegue,
seguiremos firmes sin rendirnos ante las tentaciones.
Porque hoy más que nunca,
¡estudiantes todos y todas!
Porque hoy en su día, con la mayor convicción
y la mayor entrega, les digo que ¡VENCEREMOS!
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